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Sólo el silencio entiende al silencio…
Sólo el amor entiende al Amor…
Sólo entenderemos a Dios entrando en la órbita de Dios.
Me gusta escribirte las cartas en su presencia, para que Él las reanime y les ponga toda la vida que yo no sé ni puedo ponerlas. Tienen calor de presencias vivas, de unos Ojos que acarician y abrillantan.
Voy a mirarle un rato por ti y por ellos…están todos aquí… es la hora fuerte del monasterio… La hora de la fortaleza nuestra
y de la debilidad de Dios. Él se deja manejar.
Teresa María de Jesús Ortega O
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