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La cúpula Dorada de San Isaac de Nínive en San Petersburgo fue lo que vio Dostoievski

en medio de lágrimas cuando lo iban a fusilar en el patio de la fortaleza de Pedro y Pablo.
En ese momento llego la conmutación de la pena por orden del Zar.
Ya de camino a destierro en Siberia su hija le introdujo un Evangelio en el bolsillo.

El Papa Francisco anunció este sábado la inclusión de San Isaac de Nínive, monje y

obispo sirio del siglo VII, en el Martirologio Romano, durante la audiencia concedida

a Su Santidad Mar Awa III, Catholicos Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente.

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