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La Iglesia Católica está en Argentina, no en Sodoma
Carta abierta a Mons. Marcelo Colombo, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA)
Por el P. Federico Highton
Ganí, Pakistán, 4/2/25
Estimado Mons. Marcelo,
Soy el padre Federico Highton, Sacerdote Misionero. Te escribo desde Pakistán, donde estoy misionando y trabajando por la gloria de Dios, redimiendo esclavos (aquí hay esclavitud por deuda y esclavitud sexual).
Y lo hago con total confianza y fraternidad luego de haber visto la “Declaración de la Pastoral de la Diversidad Sexual de la Arquidiócesis de Mendoza” (30/1/25) y lo que sucedió este pasado sábado con la marcha encabezada por grupos “LGBTQ+”.
Allí, en la declaración y en tus palabras públicas para aclarar lo que la gente no entendía, se habla de “un llamado a la reflexión y al diálogo fraterno”, calificado de “indispensable”. Por eso es que acudo a tu llamado por medio de esta carta para compartirte tres reflexiones de un misionero en verdaderas periferias y en un clima de total “diálogo fraterno”, como pedís.
Primero, te aconsejo humildemente, Marcelo, que no te expreses como si representaras autoritativamente el Evangelio, la Iglesia, o a los católicos argentinos. Tus declaraciones mediáticas (cf. MDZ, 31/I/25 [1]), en las que ratificás tu apoyo a la marcha “lgbtq…” no representa en lo más mínimo ni a la Iglesia Católica ni, mucho menos, a la Argentina. En todo caso te representa a vos mismo
El acompañar a las personas en dificultad (económica, de salud, privados de la libertad, etc.) es un mandato evangélico, claro está, pero la ley suprema de la Iglesia es la salvación de las almas y ni en el comunicado ni en tus palabras he podido ver un llamado a la conversión de esas pobres almas que, además de vivir en esa condición, son utilizadas por nuevas “colonizaciones ideológicas” (S.S. Francisco mismo dixit) que atentan contra el Evangelio y hasta contra la misma naturaleza.
Por eso te pido que por el amor de Dios y de las almas, mejor no vuelvas a decir “a la Iglesia le toca también siempre ofrecer estos espacios de servicio como (…) la Pastoral de la Diversidad”. No: a la Iglesia le toca servir al Evangelio y, al pecado, sólo se lo combate con la conversión sincera, la confesión y la sagrada predicación.
Al apoyar una marcha que, claramente sería de exhibicionismo porno-sodomítico (basta ver las asquerosísimas fotos publicadas por la prensa), invocando “una mirada humanista que es propia del ADN argentino”, no le has hecho un favor a nadie más que a los lobbies de la contra-natura. Por ello, a pesar de que la Iglesia te ha dado un encargo, te ruego y ruego a Dios por el bien de las almas, que no vuelvas a abusar de tu poder para secundar, siquiera indirectamente, al lobby gay.
Una cosa es ayudar a la persona que sufre individualmente, llevándola a la sincera conversión y, otra, es ser parte de un espantoso circo pansexualista que usa a estas pobres almas.
Decís que “nos toca adelantarnos como país diciendo lo que pensamos”; pues te digo que, la identidad argentina exalta y ha exaltado desde siempre a la familia y al matrimonio (el único verdadero: hombre-mujer), como célula de la sociedad. Y el pueblo llano, o, si se quiere, el Pueblo de Dios, execra la contra-natura y el crimen aberrante del aborto (para esto, basta caminar las villas, como bien sabrás).
Es que resulta extraño y hasta parusíaco ver cómo parte de la jerarquía que hoy apoya estas manifestaciones anti-evangélicas, mantenía silencio en 2018 respecto de las que se hacían en contra del aborto. ¿O es que los no-nacidos no entran dentro del lema “todos, todos todos”?
Vos hablás del ADN argentino, pero omitís decir que la Argentina nació católica, mal que les pese a algunos y, a pesar de que, como declarás, te preocupa la “falta de consenso”, esa representatividad es muchísimo más grande que la escasa que representa tu adhesión (basta con ver nomás el silencio estremecedor de miles de curas de Argentina que, con temor, sólo se han quejado por lo bajo, temiendo ser marginados, lo cual es una paradoja ya que vos pedís que la Iglesia no deje a nadie “al margen”).
La realidad es que hasta muchos Obispos argentinos, miembros de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), se lamentan en privado de tus declaraciones. Lo mismo que muchos protestantes que, lejos de sentir en esto un llamado a un verdadero y sano ecumenismo, encontrarán en todo esto un escollo para regresar a la anhelada unidad pedida insistentemente en la oración por el Buen Jesús (Jn 17,21).
Segundo, vos pedís construir “aprovechando de las diferencias” (incluyendo a todos: a los pobres, a la “comunidad lgbtq…”, a los discapacitados… ), enfatizando que “no vamos a dejar a nadie al margen” ya que hay que “hacer de la Iglesia la casa de todos”. Ahora bien Marcelo, pregunto:
¿Vas a incluir a los pedófilos, a los sicarios y a los mafiosos bautizados dentro de tu programa de acompañar a todos sin excepciones? ¿entran ellos en tu voluntad de “acompañar a todas las personas en su proyecto de vida”?¿o acaso hablaras de “todos, todos, todos” y luego algunos quedarán afuera? Y si algunos quedan afuera, ¿dónde quedará tu lógica discursiva? ¿Y a los católicos que algunos llaman “nazis” o “fachos”, los vas a dejar “al margen”? ¿Y a los miles de jóvenes que desean Misas dignas, sin payasadas? ¿Y a los que desean recibir a Cristo en la boca? ¿Dónde podemos leer una declaración de tu arzobispado para acompañar a esos “católicos periféricos”? ¿O el acompañamiento solo está reservado sólo a los nostálgicos de Sodoma y Gomorra?
Tercero, vos decís que la palabra ortodoxia no hay que vincularla “a un rigor dogmático que pueda dejar afuera la comprensión de la realidad”. Marcelo… el rigor dogmático es una exigencia intrínseca de la Ortodoxia (como se desprende de todos los concilios, incluido el último) puesto que, sin rigor dogmático, la “Ortodoxia” es un cuento chino.
Querido padre Obispo: desde las periferias verdaderas, sin católicos cerca, rodeado de esclavos cristianos en Tierras del Islam, te invito cordialmente a que tanto vos como dos de tus pares que también adhirieron, se retracten pidiendo disculpas públicas de esa invitación a una exhibición impúdica donde incluso niños se vieron expuestos a espectáculos aberrantes brindados por mayores de edad desequilibrados: no sea cosa que luego algunos, con razón, terminen diciendo que ahora “la jerarquía eclesiástica” apoya no sólo las manifestaciones del colectivo “lgtb+@” sino también la exposición de menores en ellas.
Me encomiendo a tus oraciones, confiado vos en las mías.
Saludos en Cristo Rey
Padre Federico
[1] https://www.mdzol.com/sociedad/2025/1/31/marcelo-colombo-hay-una-escalada-en-los-discursos-nos-toca-adelantarnos-1184885.html
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