Compartir

Multiculturalismo en Francia. Incendian la casa de Santa Teresita de Lisieux
Los disturbios que sacudieron Francia tras la victoria del PSG el 31 de mayo de 2025 no perdonaron a la ciudad de Alençon, que lamenta la destrucción de la antigua relojería que perteneció a Louis y Zélie Martin, padres de Santa Teresa de Lisieux, patrona secundaria de Francia.
Ocho de los hijos Martin, excepto la santa, nacieron en esta casa. Aunque las circunstancias exactas del siniestro siguen sin estar claras, ¿cómo no ver en ello el símbolo de una Francia tradicional pisoteada por bárbaros procedentes de periferias tan cercanas y tan lejanas en algunos aspectos?
La relojería de Alençon, situada en el corazón de la ciudad, era mucho más que un simple taller artesanal. Encarnaba el legado de Louis Martin, relojero de profesión, y de Zélie Guérin, famosa encajera, cuya unión dio origen a una familia marcada por una fe profunda y una santidad ejemplar.
En este espacio, donde Louis ejercía su oficio con minuciosidad, la pareja vivió parte de su vida cotidiana, criando a sus hijos, entre ellos la futura santa Teresa, en un espíritu de piedad y caridad. El taller, cuidadosamente conservado, se había convertido en un lugar de peregrinación que atraía a visitantes de todo el mundo deseosos de descubrir el entorno humilde y auténtico en el que los Martin cultivaron su vocación.
Propiedad del santuario de Alençon, el taller de relojería albergaba objetos personales de la pareja, entre ellos herramientas de trabajo, cartas y recuerdos familiares. Estas reliquias, testigos de su vida cotidiana sublimada por la gracia, constituían un patrimonio espiritual inestimable. El lugar era también un punto de referencia para los peregrinos, que encontraban en él inspiración y recogimiento, en particular las parejas que buscaban imitar la fidelidad y el amor de los Martin.
El incendio intencionado se declaró alrededor de la medianoche del 2 al 3 de junio de 2025. Según las primeras conclusiones de la prensa, un coche entró “involuntariamente”, según su conductor, en el edificio que hoy alberga una agencia de AXA, propagando el fuego por todo el edificio y reduciéndolo a cenizas en pocas horas. A pesar de la rápida intervención de los bomberos, las llamas, avivadas por materiales antiguos e inflamables, causaron daños irreversibles.
La pérdida de la relojería es aún más dolorosa por la destrucción de numerosos objetos valiosos, entre ellos artefactos relacionados con la vida de los Martin. Algunas piezas, conservadas en una sala segura, habrían escapado a las llamas, pero aún no se ha evaluado el alcance exacto de las pérdidas.
El santuario de Alençon, profundamente afectado, expresó su tristeza en un comunicado, al tiempo que hizo un llamamiento a la unidad y a la oración ante esta prueba.
La noticia del incendio ha causado una gran conmoción, tanto en Alençon como en otros lugares. Para los habitantes, la relojería era un símbolo de orgullo local, arraigado en la historia espiritual de la ciudad. Mons. Jacques Habert, obispo de Bayeux-Lisieux, ha expresado su “profundo dolor” por la pérdida de este lugar.
En las redes sociales se multiplicaban los mensajes de apoyo y algunos peregrinos ya proponían recaudaciones de fondos para la reconstrucción. El santuario, en colaboración con el ayuntamiento de Alençon, está estudiando la posibilidad de restaurar el lugar o crear un nuevo espacio conmemorativo. Sin embargo, la pérdida de los objetos originales, irreemplazables, complica esta tarea.
Fuentes: Le Parisien/Boulevard Voltaire – FSSPX.Actualités
Imagen: X / Infos Cathos
MANTENTE AL DÍA