El padre de Manuel, Domingo Belgrano y Peris llegó a Buenos Aires en 1751. De origen genovés, en poco tiempo se convirtió en un próspero comerciante. Participó de la Hermandad de la Caridad, fue designado alférez por el gobernador Pedro de Cevallos y ascendido luego a capitán por Juan José Vértiz “en razón de su mérito, celo y conducta”. Fue administrador de aduanas, regidor y síndico procurador general del Cabildo de la ciudad. También apoyó el establecimiento del Consulado en Buenos Aires, del cual su hijo Manuel, años más tarde, sería Secretario Perpetuo. Falleció en 1795 y fue sepultado en la iglesia de Santo Domingo, con el hábito dominico, pues era hermano prior de la misma.
La madre de nuestro prócer, María Josefa González Casero, perteneció a una familia criolla, cuyo linaje se origina en Loreto, Santiago del Estero y afincada en Buenos Aires antes de su nacimiento. Fue madre de 16 hijos. Era piadosa y caritativa, aunque de carácter y con capacidad de mando. En tiempos en que Manuel estudiaba en España, su esposo fue acusado injustamente de manejos fraudulentos en la Aduana, donde ejercía funciones de auditoría. Domingo sufrió prisión domiciliaria y cayó en una profunda depresión. En esas circunstancias pudo verse el temple de esta madre. A través de su correspondencia con Manuel, que atendía la defensa de su padre en los tribunales españoles, se advierte en María Josefa una mujer enérgica y de ideas claras, que ha tomado el timón de una familia numerosa con un indudable protagonismo. Estas virtudes las veremos luego reflejadas en la vida de sus hijos.
María Josefa González Casero y Domingo Belgrano Peris.
Los hermanos Belgrano González y su activa participación social
La educación brindada en el seno familiar se ve reflejada en el protagonismo que tuvieron sus hijos en la vida social, política y religiosa de la época.
Carlos José fue edecán del virrey Pedro de Melo, comandante militar de Tigre, comandante de Luján y presidente de su Cabildo.
José Gregorio intervino en la segunda invasión inglesa como ayudante mayor. Participó del cabildo abierto del 22 de mayo y fue coronel del ejército.
Domingo Estanislao se doctoró en Córdoba y se consagró sacerdote. Fue párroco de la Inmaculada Concepción y canónigo de la catedral de Buenos Aires. También participó del cabildo abierto de mayo de 1810. Donó sus libros a la Biblioteca Nacional y ayudó económicamente a los ejércitos de la independencia.
Francisco, egresado del colegio San Carlos al igual que su hermano Manuel, se dedicó al comercio. Defendió la ciudad durante las invasiones inglesas, fue miembro del Cabildo de la ciudad, miembro suplente del Segundo Triunvirato, teniente coronel y miembro del Congreso Nacional en 1819.
Joaquín Cayetano, también comerciante junto a su padre, fue alcalde de barrio, participo del cabildo abierto del 22 de mayo, alcalde de primer voto, prior del Consulado, diputado nacional en 1825 y 1826 y juez de paz de Montserrat durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Miguel colabora con su hermano Manuel en el periódico Telégrafo Mercantil. Poeta y admirador del general José de San Martín, le dedica sus versos a la batalla de Maipú. Fue profesor de la universidad de Buenos Aires y director del colegio de Ciencias Morales, continuación del antiguo San Carlos.
Completan el grupo familiar las hermanas: María Florencia, María Josefa Juana, María Josefa Anastasia, María del Rosario, Juana María y Juana Francisca, quienes se casaron y, según las costumbres de la época, se dedicaron como amas de casa a la crianza de sus hijos. Dos hermanos varones (Agustín y Bernardo) y dos mujeres (María Ana y María Juana) fallecieron en la infancia.
El temple y las capacidades humanas de Manuel Belgrano, los valores que encarnó como hombre, carente de ambición, pacífico por naturaleza y modesto por carácter, fueron recibidos desde pequeño en su núcleo familiar. Allí se preparó el terreno que con el tiempo daría frutos en la persona de quien se destacará como estudiante, secretario del Real Consulado, redactor de periódicos, líder del movimiento de mayo, vocal de la Primera Junta de Gobierno, militar, diplomático, creador de la bandera nacional, partícipe fundamental en la declaración de nuestra Independencia Nacional, promotor de la enseñanza y fundador de pueblos.
El entorno que constituyó esta familia, la presencia educadora de los padres en un ambiente de cariño y firmeza y las costumbres y tradiciones heredadas de sus mayores se vio coronada con generosos frutos de servicios a la patria.
Profesor de Historia – UNCuyo