Compartir
MSIa Informa No. 25 – 30 de junio de 2023
Lea en esta edición:
¿Qué pasara en Rusia tras el levante de Wagner PMC?
¿Qué pasara en Rusia tras el levante de Wagner PMC?
Elisabeth Hellenbroich, desde Wiesbaden
El 24 de junio, un motín que había sido iniciado por el director de las milicias privadas de Wagner PMC terminó en 24 horas sin derramamiento de sangre. Yevgeni Prigozhin había comenzado la insurrección ocupando la ciudad de Rostov en el Don en la noche del 23 de junio, anunciando que tenía la intención de marchar a Moscú con el objetivo de reemplazar al régimen de Putin y al liderazgo militar “corrupto”. Durante casi 24 horas, el mundo entero fue testigo de una escalada dramática. El presidente ruso se dirigió por la mañana a los ciudadanos rusos, a las Fuerzas Armadas, a las agencias policiales y a los servicios de seguridad, a los soldados y “comandantes que ahora están luchando en sus posiciones de combate, rechazando los ataques enemigos”. También se dirigió a aquellos que a través de “engaños o amenazas” habían sido empujados “al camino de un crimen grave: un motín armado”. Subrayó que “toda la maquinaria militar, económica, económica e informativa de Occidente está dirigida contra nosotros, estamos luchando por la vida y la seguridad de nuestro pueblo, por nuestra soberanía e independencia, por el derecho a ser y seguir siendo Rusia, un Estado con una historia milenaria”.
El presidente hizo un llamamiento a la “unidad”, afirmando que “cualquier acción que divida a nuestra nación es esencialmente una traición a nuestro pueblo, a nuestros compañeros de armas que luchan en primera línea. Esta es un cuchillada en la espalda de nuestro país y nuestra gente”. Comparó la situación con Rusia en “1917 cuando el país estaba luchando en la Primera guerra mundial. Pero la victoria le fue robada: intrigas, disputas y politiquería a espaldas del ejército y la nación se convirtieron en la mayor agitación, la destrucción del ejército y el colapso del Estado, y la pérdida de vastos territorios, que finalmente conduce a la tragedia de la guerra civil. (…) Los rusos estaban matando rusos y los hermanos estaban matando hermanos, mientras que todo tipo de aventureros políticos y fuerzas extranjeras se beneficiaron de la situación destrozando el país para dividirlo. No permitiremos que esto vuelva a suceder. Protegeremos a nuestro pueblo y nuestra condición de Estado de cualquier amenaza, incluida la traición interna”.
En la noche del 24 de junio, el motín terminó y el vocero del gobierno ruso, Peskov, declaró que Prigozhin, después de haber negociado todo el día con el presidente bielorruso Lukashenko (Putin estaba al tanto), había ordenado a sus tropas que regresaran ya que “no quería derramar sangre rusa. „No se llevarán a cabo acciones punitivas contra Prigozhin”, dijo Peskov y “se darán garantías a sus soldados” y Prigozhin iría a Bielorrusia. Según CNN y varios otros medios de prensa, en referencia a un artículo en el Washington Post, el servicio secreto de lstados Unidos había sido informado sobre los planes de insurrección de Prigozhin desde mediados de junio, pero mantuvo la información en secreto. Una de las razones dadas fue que Washington había estado preocupado por quién controlaría las armas nucleares de Rusia, así como por el peligro de una posible guerra civil. Sin embargo, lo que también fue sorprendente fue que el gobierno de Estados Unidos anunció que se abstendría de las “sanciones” que originalmente había querido imponer a Prigozhin, sin dar razones.
Independientemente del torrente de comentarios en la prensa occidental, que divulgan la versión de que el motín es una prueba más del “poder erosionador” de Putin, la situación sigue siendo bastante peligrosa, ya que nadie puede asegurar cuál será la evolución de los acontecimientos. La pregunta: ¿Quién se beneficiará de esta insurrección y quién está presionando activamente para un cambio de régimen? es, por lo tanto, más importante que regocijarse del calificado debilitamiento de Putin, que frecuentemente se vocea en los últimos días.
En medio del caos del fin de semana, el presidente turco Erdogan, aparte de los principales representantes de China, así como de los líderes de Asia Central y muchos otros, que habían discutido con Putin, reaccionaron con prudencia, en lugar de banalizar el debate ruso y el tema del uso de armas nucleares. Cabe destacar que Jean Asselborn, canciller de Luxemburgo en la reunión de emergencia de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas el 27 de junio, advirtió que Rusia tiene el mayor arsenal nuclear y que sería peligroso tratar de dividirla.
Además, en la reunión en Copenhague del 24 y 25 de junio, convocada para discutir el plan de paz de Ucrania a la que asistieron la subsecretaria de Estado de EUA, Victoria Nuland y representantes del Sur Global, se ve que los países de la OTAN duplican maiobras para torcer el brazo de los países del Sur Global, a fin de quebrar su solidaridad con Rusia en el tema de las sanciones.
Jeffrey Sachs atacando a una pequeña “camarilla” en el gobierno de EE.UU.
Una voz crítica estadounidense que se pudo escuchar en las últimas dos semanas fue la del economista Jeffrey Sachs, quien en una discusión en Viena el 13 de junio, al analisar el conflicto de Ucrania, lanzó una crítica devastadora contra los Estados Unidos; afirmó que aproximadamente 900 personas estan a cargo de la politica externa estadounidense ( recuerdese que el Prof. John Mearsheimer uso el termino burbuja para describir el
„gobierno profundo“, incluyendo los think tanks , que influyen en la politica hacia
Ucrania) Las voces disidentes son silenciadas a ejemplo del rechazo del Washington Post y del New York Times a los articulos de Sachs por expresar comentarios antagonicos a la versión oficial sobre la guerra. Sachs señalo que el presidente Biden ni una sola vez “tuvo alguna conversación telefónica con el presidente Putin desde el 24 de febrero de 2022” (!). Además, enfatizó que antes del conflicto se hizo de todo para “descarrilar” el acuerdo de Minsk que había sido aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU; y que la propuesta del presidente Vladimir Putin para un acuerdo de seguridad entre Estados Unidos y Rusia presentado el 17 de diciembre de 2021, había sido tajantemente rechazado por el gobierno de Estados Unidos.
Según J. Sachs “Rusia no ha sido derrotada y creo que Rusia escalaría al nivel nuclear si hubiera amenazas existenciales para ella”. Rusia tiene 1600 armas nucleares, incluidas las tácticas, dijo. “Y si Rusia perdiera, estaría aterrorizado”. Se refirió al Washington Post, que informó que Biden ha decidido que puede ignorar todas las “líneas rojas”. “Esto es apostar con el Armagedón”, dijo Sachs.
Además, enfatizó que fue Estados Unidos -tras el triunfo electoral de Biden- el que quería que Ucrania ingresara a la OTAN. Conocidos diplomáticos estadounidenses como William Perry o George Kennan habían advertido sobre la expansión de la OTAN afirmando que aquellos que presionan en ese sentido, están jugando con misiles nucleares.
El peligro de apostar con el Armagedón nuclear
El 13 de junio, el profesor S. Karaganov (presidente honorario del presidium del Consejo de Política Exterior y de Defensa, decano de la Escuela Superior de Economía y ex asesor del Presidente Putin), en reacción a los crecientes esfuerzos de guerra de los Estados Unidos y la OTAN en Ucrania, trazó una “línea roja”, al esbozar algunos lineamientos
instigantes sobre un “ataque nuclear preventivo”, si Rusia se enfrentaba a una amenaza existencial. En su artículo explicó que sus ideas tomaron su forma final después de la reciente 31ª asamblea del Consejo de Política Exterior y de Defensa. („La Política exterior de la Federación Rusa”, que se publicó el 31 de marzo, contiene una visión general completa de las principales directrices de la política exterior rusa. En el párrafo 27 se señala que “a fin de garantizar la estabilidad estratégica, eliminar los requisitos previos para desencadenar una guerra mundial y los riesgos del uso de armas nucleares y otros tipos de armas de destrucción en masa y configurar una arquitectura de seguridad internacional renovada, la Federación Rusia tiene da atención prioritaria a: la disuasión estratégica, evitando el agravamiento de las relaciones interestatales a un nivel capaz de provocar conflictos militares, incluso con el uso de armas nucleares y otros tipos de armas de destrucción masiva”. E.H.)
En su reciente artículo, el profesor Karaganov plantea la tesis de que “cada vez está más claro que un choque con Occidente no puede ‘terminar, incluso si ganamos una victoria parcial o aplastante en Ucrania”. El tema más importante pero casi no discutido, que es la causa subyacente e incluso fundamental del conflicto en Ucrania y muchas otras tensiones en el mundo, así como el crecimiento general de la amenaza de guerra, es:
- “El fracaso acelerado de las élites gobernantes occidentales modernas… resultado del curso de la globalización en las últimas décadas. Este fracaso va acompañado de cambios rápidos, sin precedentes en la historia mundial, en el equilibrio global de poder, a favor de la mayoría global, con China y, en parte, India como sus motores económicos, y Rusia, elegida por la historia para ser su pilar militar estratégico. Este debilitamiento enfurece no solo a las élites imperiales, cosmopolitas (Biden y Cía.), sino también a las nacional- imperialistas (Trump). Sus países están perdiendo su capacidad de cinco siglos de antigüedad para desviar la riqueza en todo el mundo, imponiendo, principalmente por la fuerza bruta, órdenes políticos y económicos y dominio cultural”.
- “Estados Unidos ha convertido a Ucrania en un puño de ataque diseñado para crear una crisis y así atar las manos de Rusia, el núcleo político-militar del mundo no occidental, que se está liberando de los grilletes del neocolonialismo”. Ven que es mejor volarlo, debilitando así radicalmente a la superpotencia alternativa en ascenso: China. El problema que señala es que “el debilitado Estados Unidos ha desatado un conflicto para acabar con Europa y otros países dependientes, con la intención de arrojarlos a las llamas de la confrontación después de Ellos (los europeos) están llevando obedientemente a sus países a la
- masacre. Y dada la pérdida de la cultura estratégica y la rusofobia secular, su odio es aún más profundo que el de los Estados Unidos. (…) Este vector del movimiento de Occidente indica inequívocamente un deslizamiento hacia la Tercera guerra mundial. Ya está comenzando y puede explotar en una tormenta de fuego por casualidad o debido a la creciente incompetencia e irresponsabilidad de los círculos gobernantes actuales en Occidente”.
- Karaganov comenta que, en 75 años de relativa paz, la gente parece haber olvidado los horrores de la guerra e incluso ha dejado de temer a las armas nucleares. Habiendo estudiado profundamente la historia de la estrategia nuclear y siendo conocido por muchos expertos estratégicos y militares en Occidente, con quienes tales temas han sido discutidos y negociados en detalle en el pasado, la tesis principal de Karaganov es que la creación de armas nucleares fue “el resultado de la intervención divina”: “Dios entregó un arma de Armagedón a la humanidad, para recordar a aquellos que perdieron el miedo al infierno que Es este temor el que ha asegurado una paz relativa durante los últimos tres cuartos de siglo. Ahora, ese miedo se ha ido. Lo que está sucediendo ahora es impensable, según las ideas anteriores sobre la disuasión nuclear: en un ataque de rabia desesperada, los círculos gobernantes de un grupo de países han desatado una guerra a gran escala en el vientre de un país nuclear.
- Según Karaganov, “este miedo necesita ser revivido, de lo contrario la humanidad está condenada”. “Lo que se está decidiendo en el campo de batalla en Ucrania no es solo, y no tanto, cómo será Rusia y el futuro orden mundial, sino principalmente si habrá algún mundo o el planeta se convertirá en ruinas radiactivas que envenenarán los restos de la humanidad”. “Al romper la voluntad de Occidente, si la agresión continua, no solo nos salvaremos a nosotros mismos, en última instancia, liberaremos al mundo del yugo occidental de cinco siglos, salvaremos a la humanidad. Al empujar a Occidente a la catarsis y así llevar a sus élites a abandonar su lucha por la hegemonía, los obligaremos a retirarse antes de que ocurra una catástrofe global, evitándola. La humanidad tendrá una nueva oportunidad de desarrollo”.
- Con esta “granada de mano verbal” lanzada en la actual confrontación geoestratégica, Karaganov subraya esencialmente la necesidad de volver a la política de disuasión nuclear, basada en el concepto de “destrucción mutua asegurada” (o “equilibrio del terror”). “Tendremos que hacer de la disuasión nuclear un argumento convincente nuevamente, reduciendo el umbral inaceptablemente alto para el uso de armas nucleares y avanzando
- rápidamente, pero prudentemente”. Agrega que los primeros pasos ya han sido dados por las declaraciones relevantes del presidente ruso y otros líderes: el anuncio del despliegue de armas nucleares y sus lanzadores en Bielorrusia y la mayor preparación para el combate de la fuerza de disuasión estratégica. “Hay muchos peldaños en esta escalera. Las cosas también pueden llegar a un punto en el que tendremos que instar a nuestros compatriotas y a todas las personas de buena voluntad a abandonar sus lugares de residencia cerca de instalaciones que pueden convertirse en objetivos de ataques en países que brindan apoyo directo al régimen títere en Kiev”. Enfatiza que “el enemigo debe saber que estamos listos para lanzar un ‘ataque preventivo’ en represalia por todos sus actos de agresión actuales y pasados para evitar una caída en la guerra termonuclear global”. Y señala que tanto Estados Unidos y en Europa lo saben muy bien, simplemente prefieren no pensar en ello, recordando también el período en que Washington solo consideró la posibilidad de armas nucleares contra el avance de las tropas soviéticas en la propia Europa occidental: “Sé que [los cancilleres alemanes Helmut] Kohl y [Helmut] Schmidt huyeron de sus búnkeres tan pronto como surgió la cuestión de tal uso durante los ejercicios militares”.
El presidente Putin y sus reflexiones sobre el ataque nuclear
En referencia al ensayo de Karaganov, es relevante mencionar una discusión que tuvo lugar durante la sesión plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (14- 17 de junio), con los presidentes Putin y su homólogo argelino Abdelmadjid Tebboune en el podio, discutiendo con el moderador Dimitri Simes (ex presidente del Centro para el Interés Nacional en Washington). En un momento dado, Simes, refiriéndose al intenso debate sobre el uso potencial de armas nucleares tácticas, habló sobre las reuniones de Putin y las discusiones que tuvo con expertos estadounidenses como el ex secretario de Defensa James Schlesinger y el ex asesor de seguridad nacional Brent Scowcroft; personajes que fueron las principales responsables de desarrollar un concepto de ataque nuclear limitado de Estados Unidos en la década de 1970, en caso de un avance de tanques soviéticos en Europa. Según ellos, las armas nucleares tácticas no sólo eran eficaces bajo ciertas condiciones, sino que también debían considerarse como una parte válida de la disuasión nuclear. ¿Qué pensaría el presidente Putin al respecto? — preguntó Simes.
Al principio, Putin dijo que, en teoría, sería posible usar armas nucleares de esta manera. Pero agregó:
“Para Rusia, esto es posible si existe una amenaza a nuestra integridad territorial,
- independencia y soberanía, una amenaza existencial para el Estado ruso”. Además, dijo que Rusia tiene más armas nucleares que los países de la OTAN y señaló que para fines de este año, “completaremos este trabajo de colocar ojivas nucleares en territorio bielorruso. Este es un elemento de disuasión para que todos aquellos que piensan en infligir una derrota estratégica sobre nosotros tengan en cuenta esta circunstancia… Ya he dicho que el uso de la disuasión definitiva es posible solo en caso de amenaza para el Estado ruso. En ese caso, ciertamente usaremos todas las fuerzas y medios a disposición del Estado ruso. No hay duda de eso. Pero me gustaría recordar a todos que el único país del mundo que ha utilizado armas nucleares contra un Estado no nuclear es Estados Unidos, que ha lanzado dos ataques contra ciudades de Japón, Hiroshima y Nagasaki. Pensaron que tenían derecho a hacerlo. El precedente fue establecido por los Estados Unidos”.
Artículos semejantes al de Karaganov, por impactantes que sean, deberían usarse como punto de partida para la reanudación de un debate a fondo sobre la doctrina nuclear y el concepto de “destrucción mutua asegurada”, es decir, una oportunidad para discutir opciones de paz razonables entre Estados Unidos y Rusia.
El 26 de junio, el blog alternativo alemán Nachdenkseiten publicó un artículo escrito por el ex líder del Partido Socialdemócrata (SPD) Oskar Lafontaine, en el que argumenta que nunca el peligro de una guerra nuclear ha sido tan grande como lo es hoy. A
medida que los “think tanks” comienzan a pensar lo impensable y piden más rearme y una espiral de escalada, argumentó que es hora de pensar en el “concepto de desacoplamiento”. Poniendo como ejemplo la crisis de los misiles cubanos de 1962, que acercó al mundo al abismo nuclear, recordó que fueron el secretario general soviético Nikita Khrushchev y el presidente estadounidense John F. Kennedy quienes sacaron al mundo de este abismo al acordar que la URSS retiraría sus misiles nucleares de Cuba y que, a su vez, Estados Unidos retiraría sus misiles nucleares de Turquía. El artículo pide un retorno a la política de “desacoplamiento” de los bloques y agrega una observación importante, citando el artículo de Karaganov: “Al decir que el Todopoderoso le dio a la humanidad el arma del Armagedón para mostrar a aquellos que han perdido el miedo al infierno, que existe, él (Karaganov) debe tener en cuenta, que el Todopoderoso también le dio a la humanidad amor por el prójimo y la capacidad de razonar, para escapar del infierno”.
La reanudación de una política de “desacoplamiento” marcaría un punto de inflexión. Durante la discusión en Viena, Jeffrey Sachs también se refirió a la crisis de los misiles
- cubanos, en particular, al histórico discurso pronunciado por Kennedy el 10 de junio de 1963 (cinco meses antes de su asesinato), en la Universidad Americana de Washington, cuando propuso que Estados Unidos y la Unión Soviética se sentaran y discutieran cómo implementar la paz.
MANTENTE AL DÍA