Por Jorge Martín Flores *

La educación acerca de la importancia de la Gesta del Atlántico Sur en particular y de la Cuestión Malvinas en general, es realmente un desafío. Los 41 años de desmalvinización hicieron lo suyo y la Causa Malvinas se encuentra sumida en varios mantos de mentiras. Sucede que como una vez le dijo el Padre Castellani a Nicolás Kasanzew“El mayor problema de los argentinos es la ligereza”.
Solemos tomar las cosas como nos las presentan, sin cuestionar demasiado sus fuentes, intencionalidades, contextos y ni siquiera la veracidad de los mismos hechos. Y eso conduce al famoso “hablemos sin saber”. Lo trágico es que creemos tener las respuestas a todas las preguntas. ¡Vaya ligereza! Eh aquí el desafío. Los docentes argentinos cada vez que tenemos que trabajar el tema Malvinas entramos en una crisis. Los recursos siempre suelen los mismos.
No se profundizan los temas y solemos recurrir -y la gran mayoría de las veces sin querer- a la difusión de las falacias fabricadas por la malintencionada desmalvinización. La cual podemos definir como el proceso de vaciamiento de la Patria, es decir, el desarme material y espiritual de la Nación. Puesto que, sencillamente, constituye una visión sesgada, ideológica y cargada de falacias que se repiten hasta el hartazgo y que carecen de todo fundamento serio en la realidad. No nos dedicaremos aquí a desmentir cada una de estas tergiversaciones de los acontecimientos. Hay bastantes trabajos y muy buenos al respecto. Eso sí, hay un gran desconocimiento.
En el mejor de los casos, a algún docente piola se le prende la lamparita y se le ocurre convocar a un Veterano de Guerra de Malvinas para que hable las dos horas a los alumnos de la escuela y asunto resuelto. A otra cosa mariposa… Pero debo decirles algo: La ley del mínimo esfuerzo es contraria al espíritu de Malvinas. Entonces…

¿CÓMO ENSEÑAR MALVINAS?
En primer lugar, es menester investigar sobre Malvinas. Indagar. Hacer entrevistas. Ir a las fuentes. No conformarse. Como dice el querido profesor Carlos Gigliotti: “Sentémonos a tomar un café con los Veteranos de Guerra de Malvinas. Son reflejos de nuestra historia viva contemporánea. Tenemos la oportunidad única de tener vivos a nuestros combatientes de Malvinas. Y lamentablemente, muchos se nos están yendo. Conozcámoslos y abrámosles nuestro corazón. Compartámosles nuestros sueños. Abracémoslos. Démosle gracias por todo lo que han hecho y siguen haciendo por nuestra amada Patria”
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Pues bien, la investigación nos llevará necesariamente a que, en segundo lugar podamos resignificar todo lo que sabemos al respecto, llevándonos a replantear Malvinas desde una nueva óptica. ¿Cuál sería? La siguiente.
1- CAUSA NACIONAL
Así es, como usted leyó. Malvinas es La Causa Nacional. Pues es la única causa que nos une a todos los argentinos:
A) Porque atraviesa toda la historia argentina e hispanoamericana. Desde fines del siglo XV hasta nuestros días. Desde que éramos parte integrante del imperio español hasta nuestra independencia, pasando por la consolidación de nuestra soberanía nacional hasta nuestra realidad política actual.
Pues cuando una persona se adentra al conocimiento serio y fuera de todo sesgo ideológico al tema que nos convoca, descubre la grandeza de la Causa Malvinas pues comprende que constituye ni más ni menos que el hilo que sostiene la identidad y el ser nacional. La descubre como la clave interpretativa de la Historia Argentina.
B) Porque es la causa justa que ha congregado a todo el pueblo argentino a lo largo del tiempo con mismo objetivo: Recuperar nuestras Islas Malvinas usurpadas con el poder de la fuerza hacia el año 1833 por el Reino Unido de Inglaterra e Irlanda del Norte. Estamos ante la continuidad histórica de una causa justa que ilumina cada acontecimiento y proceso histórico. Nos ayuda a comprender las luchas soberanas de nuestro pasado, especialmente ante las seculares y diversas invasiones inglesas a nuestras Patria. Y frente a cada una de ellas valorar el despliegue de héroes que sellaron con su sangre argentina la lucha por nuestra soberanía nacional. Son los que dijeron a contra marcha de todos: “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón…”
Por ello, Malvinas ilumina y ayuda a repensar nuestro presente. Y como tal, es lumbrera de esperanza para las futuras generaciones que cuando la descubren se enamoran de la nobleza de la Gesta.
C) Y muy importante… ¡Porque es lo único en lo que todos estamos de acuerdo! ¡Y eso ya es muchísimo! Las Islas Malvinas fueron, son y serán argentinas. Por derecho, por historia, por geografía, por geología, por geopolítica y por cultura.
Y como la historia es maestra de vida y garantía de continuidad de la identidad de un pueblo, la historia de Malvinas que hunde sus raíces en el corazón de nuestra Patria continuando los valores trascendentes que nos definen como argentinos e hispanoamericanos, es herencia y legado siempre vigente e incólume, que se nos regala generosamente como tradición, es decir, como fuego y como misión destinada a unir lo diverso bajo una misma causa justa de la defensa del patrimonio nacional.
Cómo se ve es la única causal que puede unirnos, más allá de toda cuestión política e ideológica. Porque en sí misma nos congrega a ser comunidad nacional cohesionada en un mismo pasado, en este presente y desde aquí proyectarnos hacia un futuro genuino y posible.
2- EL CORAZÓN Y EL ALMA DE LA NACIÓN
El mismo historiador británico Nick van der Bijl, en su libro Nueve Batallas por las Malvinas, reconoce la trascendencia acerca la Gesta del Atlántico Sur:
“El patriotismo y la honra a la bandera aparecen fuertemente en el adoctrinamiento de los conscriptos para entender por qué están prestando servicios -para proteger no sólo las fronteras sino también su forma de vida cultural, espiritual, política y nacional-, el corazón y el alma de la nación.”
Malvinas es el corazón y el alma de la nación. Aquello que nos mantiene con vida. Aquello que pese a tantos años de falsificaciones históricas sistemáticas, sigue en pie. Y hoy constituye el hilo sobre el cual respira el alma de la Patria.
Por ello la pregunta no debe ser tanto: ¿Vamos a recuperar las Islas Malvinas algún día? Creo que debe ser al revés. Una vez que nosotros nos dejemos recuperar por la Gesta de Malvinas, por su nobleza y justicia, por su belleza y heroísmo, por su importancia y trascendencia, volveremos a recuperar el sentido de la Patria. Su alma, su razón de ser, su destino en lo universal. Y una vez que ella nos recupere y nos vuelva a la vida como Nación, entonces la recuperación soberana vendrá por añadidura. Ya lo dijo el Coronel Mohamed Alí Seineldin: “¡No fue un error! Fue un regalo que Dios nos manda. Y hoy, a la luz de lo que estamos viendo en el país, lo único que nos queda, y que la gente se conmueve cuando nombra, es Malvinas. Porque si no la palabra Patria, Nación y Estado, estarían borradas en estos (…) años (…) Y han hecho lo imposible para sacarla del medio, para corromperla (…) ¡Pero está! ¡Y cada día con más fuerza! En un país que se encuentra totalmente internacionalizado, Malvinas es como una piedra aflorando en el mar manteniendo la vigencia de los valores supremos de la Patria”.

* Profesor de historia, vicepresidente de la Asociación Civil Movimiento Jóvenes por Malvinas; colaborador de la Asociación Civil “Malvinas: Educación y Valores”; integrante de la Asociación Civil Docentes por Malvinas Julio Rubén Cao e integrante del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Lomas de Zamora.

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