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Es el holocausto silencioso, el mayor genocidio de la historia contra los seres más inocentes. En Estados Unidos, con la revocación de Roe vs Wade, ha dejado de ser un derecho constitucional, pero sigue siendo, por quinto año consecutivo, la primera causa de muerte en el mundo.
Ni las guerras, ni las plagas -ni el covid, ciertamente-, ni las enfermedades comunes: la primera causa de muerte en todo el mundo es deliberada, un tipo de homicidio que se produce a escondidas pero en medio de nuestras sociedades y de forma completamente legal y ‘respetable’: el aborto provocado.
El año pasado se cometieron más de 44,6 millones de abortos en todo el planeta, según Worldometer, una fuente no partidista que rastrea y evalúa estadísticas en tiempo real sobre una amplia variedad de temas, basándose en datos de fuentes como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud ( OMS), Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras.
Ese total es mayor que el número de muertes atribuidas a las siguientes siete causas de muerte (enfermedades transmisibles, cáncer, tabaquismo, consumo de alcohol, VIH/SIDA, accidentes de tránsito y suicidio) sumadas.
“El Worldometer midió el total de muertes en 2023 en más de 60,6 millones”, señala el Christian Post . “Sin embargo, esa cifra no incluye el aborto como forma de muerte. Si los abortos se contabilizaran como muertes en las estadísticas, las muertes del año pasado habrían superado los 100 millones, y los abortos habrían representado más del 40% de ellas”.
Por Carlos Esteban Info Vaticana
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