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Hubo un aumento significativo en los intentos de aborto sin supervisión entre 2021 y 2023, según un nuevo estudio publicado por la Asociación Médica Estadounidense.
El porcentaje de mujeres estadounidenses que se han sometido a un aborto autogestionado sin supervisión aumentó del 2,4% en 2021 al 3,4% en 2023, según el estudio, que se publicó en el Journal of the American Medical Association (JAMA) el 30 de julio.
JAMA afirmó que el 3,4% representa una estimación conservadora, dado que las cifras de abortos suelen estar subnotificadas. Cuando se ajusta para tener en cuenta esta subnotificación, el porcentaje de mujeres estadounidenses que se sometieron a un aborto autogestionado en 2023 fue del 7,1%.
El aumento también parece estar impulsado por un aumento en el número de mujeres que toman píldoras abortivas químicas, que ahora se pueden obtener legalmente sin necesidad de una visita al médico.
Un aborto químico es un régimen de dos píldoras en el que la primera, un medicamento llamado mifepristona, se ingiere para cortar el flujo de nutrientes al feto, esencialmente matándolo de hambre.
En 2021, los abortos químicos representaron el 18% de todos los abortos no supervisados. A partir de 2023, los abortos químicos ahora representan el 24,1%, un aumento del 6,1%. Esto se produce después de que otro estudio del Instituto Guttmacher, proabortista, descubriera que los abortos químicos representan el 63% de todos los abortos en Estados Unidos.
La administración Biden flexibilizó significativamente las restricciones sobre las píldoras abortivas químicas tras la revocación de Roe v. Wade en 2022. Las revisiones a las regulaciones de la FDA realizadas en 2021 y 2023 hicieron que las píldoras abortivas ahora se puedan obtener en farmacias minoristas como CVS y Walgreens, así como por correo sin una visita médica en persona.
A pesar de que las píldoras abortivas están fuertemente restringidas en 14 estados , esas leyes no han impedido que se envíen píldoras por correo desde otros estados donde son legales.
El estudio reveló que las mujeres utilizaron una amplia gama de métodos para intentar un aborto autogestionado, incluidos anticonceptivos de emergencia (29,7%) y hierbas (25,9%). Mientras tanto, el 21,6% de las mujeres que participaron en el estudio intentaron abortar a su bebé golpeándose en el estómago, mientras que el 18,6% informó haber consumido alcohol u otras sustancias controladas.
En consonancia con las estadísticas generales sobre abortos, la mayor proporción de mujeres que intentaron abortos autogestionados fueron afroamericanas (5,1%), frente a todos los demás grupos étnicos (3,1%).
El estudio señaló que varios de los métodos empleados por las mujeres en el estudio tienen “potencial de causar daño” y que muchos “ofrecen poca o ninguna efectividad para interrumpir un embarazo”.
Por Peter Pinedo
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