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Principios
El divorcio, el aborto y el matrimonio homosexual violentan el orden natural y erosionan severamente, en distinto grado, la institución de la familia. El Estado, que tiene como fin proveer el bien común, debe proteger a la familia como valor fundamental de la sociedad rectamente organizada. Hay que felicitar al secretario de Culto, Francisco Sánchez, por la claridad con que ha expuesto estos principios en el discurso pronunciado días pasados en Madrid, magnífico testimonio en el marco del relativismo que impera aquí y en el mundo.
Alberto Solanet
MANTENTE AL DÍA