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Por Fausto Frank*
La 70º reunión del Grupo Bilderberg se desarrolló este año en Madrid, España, entre los días 30 de mayo y 2 de junio. Ya sin la presencia de personalidades legendarias, como David Rockefeller o Henry Kissinger, el club globalista, de neto corte elitista, volvió a convocar a los principales directivos de las más importantes corporaciones mundiales, llamativamente, con el silencio informativo de la mayor parte de la prensa mundial.
Bilderberg fue fundado en 1954 por el magnate David Rockefeller y el príncipe Bernardo de los Países Bajos, en el hotel homónimo en Oosterbeek, con la finalidad de coordinar las necesidades expansivas del capitalismo europeo y norteamericano en el marco de los planes estratégicos de largo plazo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de ahí que los participantes pertenezcan siempre a países miembros de la misma. Si bien los encuentros Bilderberg no son secretos, al darse a conocer oficialmente el día y lugar de reunión, la lista de asistentes y de temas abordados, sí tienen el carácter de discretos, ya que, siguiendo la norma conocida como Chatham House Rule, no se permite la difusión de lo expresado por cada participante. Chatham House no es otro que el Instituto Real de Asuntos Internacionales, fundado en Londres en 1920, casi en simultáneo con el Council on Foreign Relations, poderoso think tank de EEUU.
Bilderberg, a su vez, suele anticipar lo que luego formalizan los presidentes y primeros ministros en los encuentros del G7, casualmente, siempre pocos días más tarde. En medio del conflicto bélico en Ucrania, decisivo en la competencia hegemónica global entre la OTAN y Rusia, aliada en este contexto a China, y el desarrollo indetenible de la Inteligencia Artificial (IA), los paneles temáticos en los que disertaron los participantes de Bilderberg 2024 fueron:
-Estado de la IA
-Seguridad de la IA
-Rostros cambiantes de la biología
-Clima
-El futuro de la guerra
-Paisaje geopolítico
-Los desafíos económicos de Europa
-Desafíos económicos de EE. UU.
-Panorama político estadounidense
-Ucrania y el mundo
-Oriente Medio
-China
-Rusia
De los 13 temas: 6 son referidos a geopolítica del actual mundo en guerra; 4 sobre IA -fundamental para el contexto bélico-, biopolítica y transhumanismo -ingeniería social-; 2 sobre economía y 1 concerniente a política, específicamente el desafío de un posible triunfo de Trump en las elecciones, una preocupación que viene planteando The Economist, de la dinastía Rothschild, y cuyos editores son asiduos asistentes a Bilderberg. No hubo que esperar demasiado en lo que respecta a este último ítem: Trump fue condenado el mismo jueves de inicio de Bilderberg. Una semana más tarde, se ordenó la detención de su ex asesor estratégico, Steve Bannon. Con respecto a la guerra en Ucrania, Macron anunció la entrega de aviones caza Mirage a Kiev y Rusia respondió enviando buques de guerra y un submarino nuclear a Cuba, reviviendo los peores momentos de la Guerra Fría. Lo decidido en Bilderberg es muy claro: se seguirán escalando los conflictos.
El poder militar y la inteligencia occidental estuvieron representados este año por Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN; Christopher Cavoli, Comandante Supremo Aliado en Europa; David Petraeus, ex director de la CIA; John Sawers, ex director del MI6 británico; Jen Easterly, directora de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de los EEUU; y Richard Phillips, de la Dirección de Inteligencia Nacional de EEUU.
Las Altas Finanzas, cúspide del poder corporativo, tuvieron una fuerte presencia con José Manuel Barroso, presidente de Asesores Internacionales de Goldman Sachs International; Jane Fraser, CEO de Citigroup; Marcus Wallenberg, presidente del Skandinaviska Enskilda Banken AB.; Christian Sewing, CEO de Deutsche Bank AG; y Ana Botín, quien preside el Banco Santander, es miembro del Grupo Inter-Alpha de la Dinastía Rothschild, y oficia de anfitriona del encuentro.
Por la poderosa industria farmacéutica, destacó la figura de Albert Bourla, presidente y director ejecutivo de Pfizer, quien supo cultivar un rol protagónico en foros internacionales durante los años del Covid-19.
A pesar de la casi nula cobertura, los medios de comunicación y la industria audivisual tuvieron una fuerte impronta, con Gerhard Zeiler, presidente de Warner Bros. Discovery International; John Micklethwait, editor en jefe de Bloomberg LP; Zanny Minton Beddoes, editora en jefe de The Economist (propiedad de las dinastías Rothschild y Agnelli); Gideon Rachman, editor en jefe de asuntos exteriores, Financial Times; y Jamil Anderlini, editor en jefe de Político.
La omnipresente “preocupación por el clima” fue abordada paradójicamente por representantes de la industria petrolera: Murray Auchincloss, CEO de British Petroleum; Wael Sawan, CEO de Shell; y Patrick Pouyanné, CEO de TotalEnergies.
Los desafíos y oportunidades de la Inteligencia Artificial, con sus consecuencias deletéreas en los ámbitos económicos, socio-laboral, biológico (transhumanismo), como militar, fueron analizados por Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google; Mustafa Suleyman, director ejecutivo de Microsoft AI; y Demis Hassabis, CEO de Google DeepMind.
La política, como se sabe, es la encargada de instrumentalizar a posteriori, en sus respectivas naciones, toda la agenda elaborada por los actores ya mencionados. En este campo destacaron como invitados Mark Rutte, primer ministro de Holanda; Alexander Stubb, presidente de la República de Finlandia; Kaja Kallas, primera ministra de Estonia; Dmytro Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania; José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España.
La nobleza europea, se reserva siempre un sitial de honor, en este caso con la presencia del rey de los Países Bajos, Guillermo Alejandro, continuando con la tradición iniciada por su abuelo, el fundador del club.
Como cada año, el encuentro se realizó a pocos días de la cumbre de líderes del G7 que se llevará a cabo en Apulia, Italia, del 13 al 15 de junio. Todo indica que allí los máximos dirigentes políticos de EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón refrendarán parte de la agenda elaborada previamente en Bilderberg. Por su parte, la OTAN realizará su cumbre anual en Washington del 9 al 11 de julio, en la que se terminará de decidir la estrategia a seguir con respecto a la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y la situación de China frente a Taiwán, más allá de los cambios políticos que podrían ocurrir en EEUU si Trump resultara electo presidente en noviembre.
Si las élites globales discuten cada año en las sombras los temas estratégicos militares, económicos, sociales y culturales, estableciendo los principales criterios a seguir, conformando así un gobierno mundial privado y luego las clases políticas de cada nación son las encargadas de aplicar sus agendas sobre la población sin mayor cuestionamiento, y en muchos casos a modo de dogma, cabe que preguntarse: ¿dónde queda la tan mentada “democracia” que estos mismos actores dicen siempre impulsar y defender?
*Fausto Frank es periodista y director del portal de análisis geopolítico Kontrainfo.com
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