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En un México donde los empresarios honestos enfrentan a diario la inseguridad, la burocracia y la competencia desleal, hace falta algo más que discursos: se necesita liderazgo auténtico. Eduardo Verástegui no es solo una alternativa; es el único líder capaz de transformar el sistema para que el mérito, la productividad y la innovación sean los verdaderos motores del desarrollo nacional.
Mientras algunos empresarios prebendarios siguen enriqueciéndose a costa del erario público, aprovechando favores políticos y contratos amañados, Verástegui representa lo opuesto: un México donde el éxito se basa en el talento, el trabajo duro y la libre competencia. Su compromiso es con los empresarios que arriesgan, que invierten, que generan empleo y que sueñan con conquistar los mercados internacionales sin depender del gobierno.
Un México libre para producir y competir
La visión de Verástegui es clara: liberar la economía de las cadenas del estatismo, la corrupción y los privilegios. Su proyecto de país incluye:
- Reducción real de impuestos para premiar a quienes producen y cumplen con la ley.
- Eliminación de trabas burocráticas, que hoy asfixian a las pequeñas y medianas empresas.
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- Seguridad jurídica y física, sin extorsiones, amenazas ni arbitrariedad estatal.
- Mayor integración con los mercados globales, abriendo oportunidades para exportadores y emprendedores mexicanos.
Apoyo y respeto de empresarios internacionales como Elon Musk
El impacto de Verástegui no se limita a México. Líderes del mundo empresarial como Elon Musk han mostrado simpatía y respeto por sus valores. Musk recomendó activamente estrategias para posicionar su película Sound of Freedom y se ha reunido personalmente con él para hablar de temas estratégicos como libertad, innovación y soberanía.
En un mundo donde el respaldo internacional marca la diferencia, Verástegui es hoy el único líder mexicano con el prestigio y las conexiones necesarias para posicionar a México como un país confiable, competitivo y atractivo para la inversión productiva.
El líder de los que construyen, no de los que se benefician del poder
Verástegui no viene del sistema ni le debe nada a él. No está comprometido con sindicatos corruptos, monopolios protegidos ni burócratas de carrera. Su única lealtad es con la gente que trabaja, crea, arriesga y genera riqueza de verdad. Con los que compiten, no con los que se coluden.
Por eso, para los empresarios mexicanos que creen en el esfuerzo, la justicia, la competencia libre y un futuro mejor, Eduardo Verástegui no es solo una opción, es la esperanza real de un México digno y productivo.
- Libertarian Times
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