José Manuel Almuzara formó en 1992 la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí, que en los últimos años se disolvió en favor de una asociación canónica presidida por el cardenal Omella. «No puedo dejar de pensar en las personas que se implicaron en este proyecto y ya no están entre nosotros», afirma el arquitecto, que pone todas sus esperanzas en 2026, año del centenario de la muerte de Gaudí

José Calderero de Aldecoa 

¿Cómo ha vivido la aprobación de las virtudes heroicas de Gaudí?
Pues no sé si podré hablar porque estoy llorando como nunca. Son 33 años dedicados a Gaudí y, aunque es una noticia esperada no puedo dejar de emocionarme. Es la culminación de un trabajo que llevamos desarrollando durante mucho tiempo y en muchos lugares, desde China hasta Perú pasando por Europa. No puedo dejar de pensar en las personas que se implicaron en este proyecto y ya no están entre nosotros. Así que lo vivo con agradecimiento y con lágrimas en los ojos.

¿Qué influencia tuvo el paso de la asociación civil a la asociación canónica para el avance en la causa que hemos conocido este lunes?
Hace muchísimos años, un amigo sacerdote, precisamente en una Semana Santa, se empezó a preguntar por qué no beatificar a Guadí. En aquella época san Juan Pablo II estaba insistiendo mucho en la idea de que la santidad está al alcance de cualquiera, no solo de los religiosos. Así que en 1992 fundamos la Asociación pro beatificación de Antonio Gaudí. Éramos cinco laicos: dos arquitectos, un ingeniero, un escultor y un jubilado. Al principio nos costó levantar el interés por la causa, pero después de 30 años recibimos la llamada del arzobispo de Barcelona. Nos dieron las gracias por los servicios prestados y nos insistieron en la importancia de formar una nueva asociación, esta vez canónica, para avanzar. Esta está presidida por el cardenal Omella —uno de los miembros del consejo de cardenales— y copresidida por el rector de la Sagrada Familia. La verdad es que desde que se ha puesto en marcha esta nueva asociación, pero el proceso ha avanzado mucho más rápidamente.

En una de las puertas de la Sagrada Familia
En una de las puertas de la Sagrada Familia. Foto cedida por José Manuel Almuzara.

Ahora toca esperar un milagro para su beatificación. ¿Hay algún avance en este sentido?
Eso es. Ahora hace falta un milagro para su beatificación, aunque parece que hay ya uno en estudio. Sería fantástico que pudiera prosperar de cara a 2026, así se podría celebrar un tres en uno: la culminación de la torre de Jesucristo de la Sagrada Familia, el centenario de la muerte de Gaudí y la aprobación de un milagro que posibilite su beatificación.

Le pregunto por último por el tema de las obras. ¿En qué estado se encuentra la Sagrada Familia?
Las previsiones son que la torre de Jesucristo pueda estar terminada el año que viene y el resto del templo para 2034, aunque esto es más imprevisible porque la fachada principal es muy compleja. Y luego hay que hablar de la decoración e interiorismo, cuyo trabajo es ingente y todavía no está cuantificado en años.

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