El apoyo del Reino Unido a Ucrania contra Rusia ha sido, desde el principio, mucho más significativo y generalizado de lo que los medios y las naciones occidentales han admitido hasta ahora. Una investigación exclusiva publicada por The Times muestra que, contrariamente a las afirmaciones oficiales de los países involucrados, el apoyo británico fue mucho más allá del suministro de armas, incluyendo operaciones encubiertas, inteligencia de alto nivel y diplomacia militar que mantuvieron unida a la coalición antirrusa en momentos de grave tensión.
En línea con nuestro artículo publicado en La Prensa (30-3-2025): “Gran Bretaña lidera la oposición al alto el fuego”, seguimos considerando las causas y consecuencias de este apoyo a seguir la guerra.
Enviaron tropas en secreto: Según The Times, en 2023, durante la tan esperada “ofensiva de primavera” ucraniana, una operación clave recibió el nombre de “Wallace”, en honor al entonces secretario de Defensa británico, Ben Wallace . Apodado “el hombre que salvó Kiev” por fuentes militares ucranianas, Wallace jugó un papel decisivo en el suministro de armas como misiles antitanques NLAW y misiles de crucero Storm Shadow. Además, el Reino Unido no se limitó a suministrar equipos: envió tropas británicas en secreto para entrenar a los soldados ucranianos y adaptar los aviones de combate a las nuevas armas.
La investigación revela que, entre bastidores, los altos mandos militares británicos –liderados por el almirante Sir Tony Radakin , el general Sir Roly Walker y el general Sir Charlie Stickland– eran vistos por los ucranianos como los “cerebros” de la coalición. En particular, en el marco de la Operación encubierta Scorpius, el Reino Unido medió entre Washington y Kiev cuando las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania amenazaron con colapsar, especialmente durante la ofensiva de 2023, que no produjo los resultados deseados.

MEDIACION BRITANICA
Así mediaron los británicos entre los ucranianos y los estadounidenses: En diciembre de 2022, el general estadounidense Mark Milley contactó a Radakin para confirmar el total apoyo de Estados Unidos a la ofensiva ucraniana. Sin embargo, a medida que la operación empezó a enfrentar dificultades, con retrasos en el suministro y estrategias divergentes, las tensiones aumentaron. Estados Unidos presionó para adoptar una estrategia más agresiva, mientras que Ucrania, lidiando con campos minados y drones rusos, procedió con cautela. Fue en este contexto que Radakin, interrumpiendo unas vacaciones, viajó a Kiev en tren desde Polonia para mediar directamente con el comandante ucraniano Valery Zaluzhny, logrando reunificar la coalición.
La investigación también destaca el papel de inteligencia del general Sir Jim Hockenhull, quien proporcionó datos cruciales sobre los movimientos rusos, dando a Ucrania una ventaja táctica. Sin embargo, The Times también destaca muchas dificultades: la ofensiva ucraniana, obstaculizada por los retrasos en las entregas de armas y la estrategia de Zelensky de dividir fuerzas, no ha logrado los objetivos deseados, dejando el conflicto en un punto muerto.
De manera similar a lo que hizo el New York Times en Estados Unidos, The Times revela el verdadero papel del Reino Unido en la guerra por poderes en Ucrania contra Rusia. Según la investigación del periódico estadounidense, una operación secreta sin precedentes, llevada a cabo por la CIA, la NSA, la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa) y la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, en colaboración con personal militar, ha transformado a Ucrania en un proxy estratégico de los EE. UU., con un apoyo que va mucho más allá del simple envío de ayuda.
Desde las coordenadas del ataque hasta las decisiones tácticas sobre el terreno y el control directo de los sistemas HIMARS, Estados Unidos lideraría muchas de las operaciones ucranianas contra Rusia. No sólo eso: la investigación del NYT también revela la fricción entre los generales ucranianos y el ejército estadounidense y los profundos contrastes en la jerarquía militar ucraniana que se han agravado tras el fracaso de la contraofensiva de 2023.

“SOMBRAS Y SECRETOS”
En un juego de sombras y secretos, el Reino Unido se revela, así como el arquitecto “oculto” de la guerra en Ucrania, orquestando un apoyo mucho más profundo del que se admite oficialmente. ¿Y ahora qué? El Reino Unido parece estar interesado en intensificar su compromiso en Ucrania, con planes más o menos vagos para una “fuerza de seguridad” en caso de un acuerdo de paz.
No podemos dejar de observar al Reino Unido, sus movimientos y relaciones porque son quienes usurpan nuestras Islas Malvinas y gran parte del Atlántico sur, por eso decíamos en La Prensa (27-10-2024) “Boris Johnson, Ucrania y las Malvinas”: Modus Operandi. “Resulta cada vez más difícil negar que la guerra en Ucrania podría haber terminado apenas unos meses después de la invasión rusa y que los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido trabajaron para evitar que esto sucediera”.

HECHOS HISTORICOS
En reiteradas ocasiones hemos mencionado como Margaret Thatcher “hundió el alto al fuego conseguido, a instancias del Presidente peruano Fernando Belaúnde Terry en 1982, ordenando el artero ataque al Crucero General Belgrano (este hecho está debidamente documentado en el libro “Malvinas: Cinco días decisivos” de José García Enciso, José Enrique y Benito Rotolo. Editorial SB).
El análisis de diferentes hechos de la historia demuestra una constante, en el modus operandi de Gran Bretaña, para satisfacer sus intereses a sangre y fuego. Por ello creemos que el “sabotaje” a los acuerdos de paz en 2022, tienen la mano británica en el medio y los dedos de Boris Johnson.
La última corroboración, sobre esto, la ha dado David Arakhamia, el líder parlamentario del partido de Zelensky: “Servidor del Pueblo”, que encabezó la delegación ucraniana en las conversaciones de paz con Moscú.
Arakhamia dijo a la periodista Natalia Moseichuk en una reciente entrevista televisada que “el objetivo de Rusia era presionarnos para que asumiéramos la neutralidad”, es decir, que nos comprometiéramos a no unirnos a la OTAN, y que “estaban dispuestos a poner fin a la guerra si aceptábamos la neutralidad”.
Hubo varias razones por las que las negociaciones finalmente fracasaron, dijo, incluida la necesidad de cambiar la constitución ucraniana (que había sido enmendada en febrero de 2019 para consagrar las aspiraciones del país a la OTAN) y el hecho de que Johnson había ido a Kiev para informar a los funcionarios ucranianos que Occidente no firmaría ningún acuerdo con Moscú, y en su lugar instó: “simplemente luchemos”.
Arakhmia también dijo que la falta de confianza de Kiev en que Rusia cumpliría su parte del trato significaba que el acuerdo de paz “sólo podría llevarse a cabo si hubiera garantías de seguridad”, sugiriendo, indirectamente, que las negociaciones podrían haber dado frutos si hubieran recibido el respaldo y la participación de los estados de la OTAN.
La provisión de garantías de seguridad para Ucrania, por parte de los gobiernos occidentales, ha sido durante mucho tiempo parte del debate sobre cómo asegurar la sostenibilidad de un acuerdo de paz de posguerra y, de hecho, el propio Arakhmia reveló en la misma entrevista que “los aliados occidentales nos aconsejaron no aceptar garantías de seguridad efímeras”.
La entrevista corrobora las afirmaciones informadas por primera vez, en mayo de 2022, por el medio de comunicación Ukrainska Pravda, ampliamente alineado con Occidente, que informó que Boris Johnson le dijo al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky que Occidente no apoyaría ningún acuerdo de paz, con independencia de lo que quisiera Ucrania, y que preferían seguir luchando contra el presidente ruso Vladimir Putin, ya que era menos poderoso de lo que habían pensado.

DUDAS Y PREOCUPACIONES
Y la Guerra de Ucrania continua después de tres años. La guerra larga, irrestricta y de desgaste continua. Y, mientras tanto, Gran Bretaña sigue sin intenciones de reconocer nuestra soberanía en las Islas Malvinas y el Atlántico Sur.
Como argentino me resulta muy difícil no hacer paralelismos y plantear mis dudas y preocupaciones.
* El enemigo de mi enemigo es mi amigo es un proverbio árabe que desarrolla el concepto por el cual dos partes que tienen un enemigo en común deberían poder trabajar juntos para obtener una victoria conjunta contra él.
* La Argentina tiene un conflicto con Gran Bretaña. Gran Bretaña es parte central de la OTAN. ¿Puede La Argentina ser aliado de la OTAN? ¿Debemos tomar parte en este conflicto?
* Tanto en Malvinas como en Ucrania y como a lo largo de la historia, Gran Bretaña no ha hecho más que reafirmar que el título de “la pérfida albion”. Lo tiene bien ganado y merecido.
* A Blas de Lezo, ilustre marino español y decisivo defensor de Cartagena de Indias en 1741, se le atribuye una célebre sentencia: “Todo buen español debería mear siempre mirando a Inglaterra”. Lo mismo digo de todo buen argentino.
* También nuestro poeta don José Hernández en El Gaucho Martín Fierro, nos recuerda en Sirviendo en la frontera.
“Hasta un inglés zanjiador
que decía en la última guerra
que él era de incalaperra
y que no quería servir,
también tuvo que juir
a guarecerse en la sierra.”

Estimados lectores de La Prensa, Quien quiera entender, que entienda…

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