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Hoy se cumplen 31 años de la muerte del querido Alberto Ezcurra Uriburu, patriota, jefe y sacerdote de Cristo.
A lo largo de su vida, sus acciones y palabras fueron lúcidas, claras, valientes, realistas y corajudas, siempre al servicio de la verdad, el bien y la belleza.
La Patria doliente y sacrificada era una de sus más altas preocupaciones.
Estas breves letras suyas que reproduzco gozan de una gran vigencia.
“La actual crisis del país no es de hombres, de nombres o de partidos, sino la crisis definitiva del régimen liberal burgués, impuesto en Caseros, y que desde entonces, salvo breves intentos de reacción, tiene en sus manos las riendas y el destino de la patria.
El régimen se encarna en el materialismo, negador de los valores espirituales y permanentes de la nacionalidad; la democracia liberal en lo político y el capitalismo en lo económico. Ello representa una camisa de fuerza puesta al país real, a la Argentina que Sarmiento identificó con la barbarie. Significa la ocupación del Estado por la clase económica dominante.
Buscamos abrir paso al país real y restaurar la economía nacional. Nuestro movimiento, que procura instaurar un nuevo orden, es cristiano en cuanto afirma la primacía de los valores espirituales y permanentes del hombre y en la sociedad; nacionalista, en cuanto sostiene a la Nación como unidad social suprema, y socialista por su concepción económico-social, anticapitalista, revolucionaria y comunitaria”. Dixit: Alberto Ezcurra Uriburu
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