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Con el desarrollo actual de la ofensiva en curso en Donbass, Rusia está aumentando cada vez más la presión sobre las fuerzas de defensa ucranianas. Las tropas rusas intentan aprovechar selectivamente los túneles subterráneos y las tuberías de hormigón que atraviesan las zonas mineras de Donbass. De esta manera, las tropas de Moscu pueden evitar las bien desarrolladas posiciones defensivas ucranianas o ponerse detrás de ellas y obligar a los ucranianos a retirarse.

Además, los avances de las tropas son apoyados desde el aire con pesadas bombas planeadoras. Vemos que los ucranianos están librando una triple batalla defensiva en Donbass: subterránea, en la superficie y en el aire.

De esta manera, las tropas rusas lograron varios éxitos durante la semana pasada. Al avanzar desde Novooleksandrivka hasta las afueras orientales de la ciudad de Vosvyschenka, Rusia aseguró su avance en Ocheretyne de los ataques ucranianos y también pudo reducir la distancia hasta la carretera, estratégicamente importante, de Pokrovsk-Kramatorsk.

Pero en estos últimos días vemos que, paralelamente, sigue en desarrollo la Guerra de Partisanos, como hemos señalado en varias oportunidades en ‘La Prensa’.

Los partisanos, los espías y los colaboradores (extranjeros) de ambos bandos se entrelazan y forman redes de apoyo a las operaciones militares, contribuyendo al cumplimiento del objetivo de desgastar la moral y el poder de combate del oponente. En este contexto, cobran especial valor el pueblo (das Volk) la confluencia del odio, la enemistad y la violencia primitiva de su esencia como ciego impulso natural, según nos refiere Clausewitz.

Como decíamos el 11 de junio de 2023, en esta columna: “Es bueno recordar como marco teórico de este análisis la Teoría del partisano, de Carl Schmitt y la forma en que puede evolucionar el conflicto actual”. Quien nos da algunas características de este tipo de guerra:

– Carácter de irregularidad de la guerra partisana: como lo expresó Mao Tse Tung, en su momento, “la guerra revolucionaría es en nueve décimos guerra no abierta, no regular y solamente en un décimo guerra militar abierta”.

– El componente de alta intensidad política: “Hay que mantener el carácter intensamente político del partisano para no confundirlo con el vil ladrón y atracador que piensan exclusivamente en su provecho particular, sin tener otros motivos”. (Schmitt 1966: 25)

– La movilidad: un tercer rasgo, para Schmitt, es la difícil ubicación en un sitio determinado. “Movilidad, rapidez y cambios bruscos de ataque y retirada, en una palabra, movilidad acentuada sigue siendo, aún hoy, una característica del partisano. Tecnificación y motorización incluso intensifican la movilidad”. (Schmitt 1966: 27)

– Carácter telúrico del partisano: conoce “milimétricamente”, como “la palma de su mano”, el territorio en el cual se mueve.

– Relación amigo-enemigo: expresa Schmitt: “El partisano moderno no espera ni gracia ni justicia del enemigo. El dió la espalda a la enemistad convencional, con sus guerras domesticadas y acotadas, y se fue al ámbito de otra enemistad verdadera, que se enreda en un círculo de terror y contraterror hasta la aniquilación total”. (Schmitt 1966: 20)

– El tercero interesado: según Schmitt, siempre hay un tercero interesado que apoya al grupo irregular y, que si es un Estado, le confiere un cierto carácter de legitimidad al grupo insurgente. “El tercero poderoso no solamente suministra las armas y municiones, el dinero, la ayuda material y los medicamentos necesarios, sino que también procura una especie de reconocimiento político, necesario al partisano que lucha de manera irregular para no descalificarse como el atracador o el pirata y para no caer en lo apolítico, que es idéntico en este caso a lo criminal”. (Schmitt 1966: 105)

– Espacialidad y desarrollo científico-técnico: el desarrollo tecnológico no solamente ha provisto a los combatientes, y a las armas contemporáneas, de nuevos, eficaces, y letales artefactos bélicos, sino que también modifica las estructuras del espacio y sus ordenamientos.

Según nos informa el periódico ‘Faro di Roma’: “Las fuerzas rusas eliminaron el martes 16 de julio una unidad de fuerzas especiales británicas (el tercero interesado) que luchaba junto al ejército ucraniano en un ataque con misiles. La noticia la confirma Konstantin Sivkov, miembro de la Academia de Ciencias Militares y vicepresidente de política de información de la Academia de Ciencias de Misiles y Artillería. El SAS está desplegado en Odessa desde 2023, según información de la inteligencia rusa. Gran Bretaña nunca ha negado su presencia en Ucrania y prefiere el silencio. Este fue un duro golpe para los ingleses. 18 miembros británicos del SAS murieron y otros 25 resultaron heridos en el ataque con misiles. Las víctimas formaban parte de la unidad especial de saboteadores submarinos del SAS que infligieron pérdidas a la marina rusa en Crimea”.

“Hay muy pocos especialistas de este tipo, sólo entre 100 y 120 personas en toda Gran Bretaña. Ahora hay menos”, afirma Siwkow.

INTENCION DE UCRANIA

Lo peor es que la muerte de los saboteadores ingleses se debió supuestamente a informes de partisanos ucranianos pro-rusos, que transmitieron al enemigo los datos de ubicación de las fuerzas especiales del SAS.

No es la primera operación de este tipo. Desde enero de 2024, la colaboración de soldados y oficiales ucranianos, ha permitido a los rusos llevar a cabo los ataques con misiles más devastadores.

La intención de estos ucranianos es poner fin a la guerra lo antes posible, ya que son conscientes de que no podrán ganarla.

Unidades de partisanos ucranianos también están activas en varias ciudades del país, luchando por liberar las regiones del Donbass aún bajo el control de lo que ellos llaman “grupos nazis”.

Este fue un duro golpe no solo para Ucrania, sino para Gran Bretaña. El gobierno británico ni siquiera negó la masacre de la unidad SAS. Ante la dura realidad, los estrategas de Londres y la OTAN recibieron el golpe sin hacer comentarios.

Éstas son las reglas del juego de una guerra larga, irrestricta y librada por poderes supranacionales. Ante la imposibilidad del ejército ucraniano de revertir la actual situación desfavorable que sufren sus fuerzas militares, la OTAN se vio obligada a enviar unidades de los ejércitos regulares (fuerzas especiales) disfrazadas de mercenarios o voluntarios.

Esta es una desventaja militar, operacional, demográfica y de recursos materiales de la que la OTAN es consciente desde 2014. En nueve años de guerra civil, el ejército ucraniano y sus fuerzas especiales no pudieron derrotar a las milicias de habla rusa del Donbass, inferiores en hombres, armas y equipamiento.

Desde junio de 2022, la OTAN ha perdido alrededor de 3.000 soldados según estimaciones no oficiales rusas. Entre ellos se incluyen unidades de asalto, unidades de artillería, fuerzas especiales y saboteadores.

Es importante destacar que, de acuerdo con nuestras estimaciones, soldados y oficiales de la OTAN están muriendo en Ucrania y sus gobiernos guardan silencio porque protestar por estas pérdidas es admitir haber cometido un acto de guerra. Mucha niebla de la Guerra 2.0. Nadie quiere ir a una guerra directa contra la segunda potencia militar y nuclear del mundo.

Para ampliar el panorama de la situación actual de esta guerra sin restricciones Rusia, como en otros momentos de su historia, apela a la profundidad de su territorio para buscar fuerzas, alimentarse y sostenerse como una “nación en armas”.

LAS FÁBRICAS DE LOS URALES SE MOVILIZAN

Las industrias militares de los Urales fueron, en algunos casos, reabiertas en las antiguas fábricas trasladadas a Rusia en 1941, tras la agresión alemana contra la Unión Soviética, que durante décadas abasteció al Ejército Rojo y que, en los últimos treinta años, habían sido abandonadas y estaban en un declive gradual.

El Financial Times cita la región de Chuvashia, atravesada por el Volga y poblada por 1,2 millones de habitantes, donde desde finales de 2022 hasta hoy el número de empresas que operan en el sector militar ha pasado de 7 a 36. “A finales de 2023, la producción de las empresas industriales aumentó en casi un 60 por ciento en las regiones rusas”, señala el periódico de la City de Londres, destacando que “Chuvasha registró el segundo ritmo más alto, con sus fábricas produciendo un 27 por ciento más que el ‘año anterior’ gracias a los pedidos de componentes para vehículos, municiones, misiles y otros activos.

El Financial Times subrayó, efectivamente, que la economía de guerra en la Rusia periférica ha reducido las expectativas de las potencias occidentales, que pensaban que esto haría que los rusos estuvieran menos decididos a apoyar la guerra ante la perspectiva de encontrarse “con una billetera más liviana y un refrigerador más vacío”. La economía de guerra, por ahora, ha anulado esta predicción.

APRECIACIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS

El frente está muy complicado y sobrecargado para las tropas ucranianas. Tuvieron que trasladar importantes reservas hacia Kharkiv cuando los rusos atacaron allí. Estas tropas faltan en Donbass, lo que permite a los rusos tener éxito allí. Con el ataque a Kharkiv, los rusos pusieron un anzuelo que los ucranianos tragaron. Las tropas rusas aún no han logrado o no han intentado un avance más contundente, pero su avance es exitoso. Se puede ver esto claramente cuando observamos las últimas tres semanas. Como perspectiva: es muy probable que Rusia esté preparando una ofensiva de verano, más contundente.

* Cnl My (R) – Director del Insituto ELEVAN

Gabriel Camilli

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