Los actos homosexuales son desordenados y pecaminosos, escribieron los obispos de Zambia en una declaración datada el 29 de septiembre dirigida a los “hijos descarriados de la Iglesia”, incluidos “los que tienen tendencias homosexuales”.

Los obispos quieren que los homosexuales aprendan a “hacer lo que es correcto ante Dios y los hombres”. La declaración responde a las críticas del arzobispo de Lusaka, monseñor Alick Banda, sobre el aumento de la propaganda homosexual ilegal en el país.

Posteriormente, el ministro de Información de Zambia, Chushi Kasanda, calificó de “injusta e infundada” la detallada exposición de Banda, que incluía lugares y horarios, afirmando que el gobierno [supuestamente] “no apoya a los LGBT” y se une a “la lucha contra los LGBT”.

La declaración de los obispos cita el Catecismo de la Iglesia Católica, según el cual los actos homosexuales son contrarios a la ley natural, y escribe en mayúsculas que “EN NINGÚN CASO PUEDEN SER APROBADOS”.

Los obispos “NO apoyan de ninguna manera” la despenalización de la homosexualidad practicada.

En 2018 dos homosexuales fueron condenados a 15 años de prisión. La sentencia fue confirmada por todos los tribunales. El entonces presidente Edgar Lungu, luego de las amenazas del decadente embajador de Estados Unidos, dijo que la homosexualidad era incorrecta, antibíblica y “bestial”. “Ni siquiera los animales lo hacen, ¿entonces nosotros deberíamos estar obligados a permitirla?”, explicó a los estadounidenses.