El abyecto plan de resignificación y la salida forzada del P. Cantera del Valle puede parecer una derrota. Cristo aparentemente fracasó en la Cruz, pero desde la Cruz nos dio la salvación. En las antípodas de una visión buenista, fofa y alejada de la realidad, homenajeo al P. Cantera, con visión sobrenatural. Su heroísmo brilla como el sol cuando la Iglesia se doblega ante los hijos de las tinieblas

El título de este artículo puede parecer un contrasentido a primera vista. En estos días hemos sido testigos de los abyectos planes del gobierno masónico sanchista para “resignificar” el Valle de los Caídos. Dolorosamente esta infamia cuenta con el visto bueno de una Iglesia que en Occidente, y más tristemente en España, se encuentra en el momento de su historia de mayor genuflexión ante los poderes humanos, más anticristianos que nunca.

Y sin embargo, ahora brilla más que nunca la figura de Santiago Cantera, el heroico prior del Valle de los Caídos, el hombre que casi en solitario ha salvado el honor de la Iglesia española en esta época negra de tiranía masónica. Resulta que el aparente perdedor, el Padre Cantera, que se ha visto forzado a abandonar la abadía, es en realidad el auténtico ganador para Dios y la gente de bien. Y el supuesto ganador, Pedro Sánchez, es el derrotado y humillado. Cantera es el héroe de los patriotas por unanimidad y Sánchez el gran villano para millones de españoles. No hay más que ver la cara de paz y de bondad que desprende el Padre Cantera en contraste radical con el rostro malévolo de Sánchez cada vez más avejentado. No puede salir a la calle ni dormir tranquilo. Pocas veces un gobernante tuvo tan escasa popularidad y una gestión tan nefasta.

Ha sido únicamente gracias a la heroica lucha de los monjes benedictinos, muy especialmente del Padre Santiago Cantera, reconocido historiador y hombre de verdadera fe, el que ha frenado a este Gobierno infame. Han tenido que tragarse la amarga píldora de aceptar que la cruz más grande del mundo, que es un imán de gracias para que no muera la fe en España, siga presidiendo el Valle de los Caídos y España entera, desde el centro geográfico de la Península. Y ha sido gracias a Cantera, el hombre que se ha enfrentado prácticamente sólo a un omnímodo gobierno anticristiano. Ha tenido que soportar en soledad campañas en su contra, insultos y calumnias. Los tiranos masónicos tendrán que seguir tragando la presencia de una comunidad benedictina en el Valle, que podrá seguir celebrando Misa y rezando por la reconciliación de los españoles.

Desde luego, no han sido la Conferencia Episcopal ni los sucesivos arzobispos de Madrid, los cuales han estado muy cómodos “intercambiando documentos y notas de trabajo” con los enemigos de la Iglesia, a cambio de sus cínicas sonrisas. Ha sido el Padre Cantera, el que con su heroica lucha y sus oraciones ha conseguido que tengan que envainarse sus auténticos planes los miembros de un gobierno que se ha pasado los últimos años diciendo que los benedictinos del Valle eran unos okupas y que de ninguna manera podían estar ahí y que la Cruz tenía que ser destruida o tapada. Fácil es darse cuenta de que con otro prior que no hubiera sido tan valiente y sólo preocupado por evitar complicaciones, como tantos otros miembros de la Iglesia, el Valle de los Caídos habría sido desmantelado hace años, con la mayor parte de la cúpula eclesial mirando hacia otro lado.

Cierto que no pudieron el P. Cantera y sus monjes evitar la profanación de la que fue objeto el Valle respecto a los restos del Generalísimo Franco. Difícilmente hubieran podido evitarlo cuando la profanación fue “manu militari”, pero Cantera siguió al pie del cañón en la difícil misión que el Señor probablemente ha puesto sobre sus hombros: salvar el Valle de los Caídos. Los tiempos de la Providencia no son los nuestros y la profanación del Valle será neutralizada cuando el Cielo lo establezca. Pero hacía falta un hombre que asumiera esa lucha. Y fue el P. Santiago Cantera.

Nos anuncian ahora un infame acuerdo para la “resignificación” del Valle mediante un “concurso internacional”. El término “internacional” es clave en todo esto pues han sido con toda probabilidad las obediencias ocultas “internacionales” las que mueven los hilos de nuestros tiranos locales. Es decir que serán unos noruegos y holandeses “woke” seleccionados por el Gobierno los que nos contarán (y nos cobrarán) supuestamente lo que ocurrió en España a partir de 1936.

Esperemos que la Providencia se encargue de evitar que estos infames contubernios se hagan realidad. Si fuera así y mientras no se pueda acabar con estas manipulaciones, esperemos que algún miembro de la Iglesia valiente sea capaz de hacer que en esa “resignificación” se hable del genocidio sufrido por los católicos en esos años; el mayor de Europa desde tiempos de la Antigua Roma. Y de tantos otros genocidios, como el que tuvo lugar en el cercano Paracuellos del Jarama.

No de otra materia estuvieron hechos muchos santos que en el pasado se enfrentaron casi sólos a gobiernos y regímenes anticristianos que parecían eternos. Gracias por su lucha, Padre Cantera, en la que ha sido moralmente apoyado por millones de españoles, pero que sólo usted ha encabezado. Ha logrado mucho, aunque pueda parecer superficialmente que no. Los auténticos frutos de esa lucha llegarán en su momento.

Por Javier Navascués

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