Compartir
Nació Franco en El Ferrol, provincia de La Coruña, tres años antes de que sobreviniera la guerra de Cuba. Dos de la madrugada del día 4 de diciembre de 1892. Su padre era don Nicolás Franco Salgado Araujo, contador e intendente de la Armada. Su madre, doña Pilar Bahamonde, de cuya delicada personalidad femenina ha escrito Joaquín Arrarás palabras que varios biógrafos han reproducido en elogio de aquella dama ferrolana. El día 17 del citado mes de diciembre fue bautizado este segundo hijo del matrimonio Franco Bahamonde y se le impusieron los nombres de Francisco, Paulino, Hermenegildo y Teódulo. «La sencilla casa en que nació Franco dice S. F. ,P. Coles en su “Franco of Spain” y donde pasó los años formativos de la niñez y de la primera juventud, se levanta en una larga calle de edificios de traza idéntica, a tiro de piedra del centro de la ciudad, es decir, de la plaza principal, conocida hoy como Plaza del Generalísimo. Se distingue de las demás calles por una llamativa placa de bronce colocada allí unos cuantos años antes de la Guerra Civil para conmemorar los triunfos de Ramón Franco, que fue el primero en cruzar por los aires el Atlántico Sur, y de su hermano Francisco, como Teniente Coronel Jefe del Tercio Español o de la Legión. La calle se llama, su viejo nombre, Del Sol (La casa natal de Franco está en la calle María, hoy calle de Frutos Saavedra). Aquí, en esta modesta morada, muy humilde, según palabras del chofer que me conduce, nacieron los cinco hijos de Nicolás y de Pilar: Nicolás, embajador de España en Portugal desde la terminación .de la Guerra Civil; Francisco, a quien llamaban Paquito por su delgadez y su estatura; Pilar, que vive actualmente en Madrid, y Ramón, el futuro aviador, que murió el año 1938 al caer su avión sobre las aguas del Mediterráneo. Otra hermana, Pacita, falleció cuando tenía cinco años.» La niñez del que debía de ser Caudillo de los españoles transcurrió como la de la inmensa mayoría de los niños; sin que en ella aconteciera nada que la distinguiera de las demás. En cambio, aquellos primeros años iban a coincidir con un acontecimiento que hirió a España en lo más entrañable de su ser. Sobrevino nuestra derrota en da tierra y en el mar de Filipinas y de Cuba, y la pérdida sin remedio de los últimos tesoros territoriales y políticos ,del Imperio Hispano- americano. continua en http://www.generalisimofranco.com/bio…
MANTENTE AL DÍA