“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)

 | 

Ayer nos tocó más de cerca la devastación cruel que, desde hace meses, sufre la población de GAZA:
15 personas heridas en el bombardeo que afectó a la parroquia de Gaza, 3 de ellas ya han muerto.
2 ancianas con el cráneo abierto, 2 sacerdotes del Instituto del Verbo Encarnado con heridas leves,
1 religioso herido…

Pido oraciones y que todas las personas de bien hagamos lo posible para parar esta crueldad injustificable
y florezca la paz.

+ José Antonio Satué, Delegado Pontificio IVE

No había dicho nada. Ni una línea. Ni un gesto. Ni una visita. Meses enteros de silencio administrativo. Pero cayó una bomba en Gaza. Y entonces sí. Comunicado solemne. Dolor contenido. Firma episcopal. Tono de pastor universal.

Le faltó la foto al pie.

El momento justo

El padre Romanelli sigue allí. Gaza. Las bombas, los heridos, el humo. No está muerto. No está grave. Está vivo. Y sigue. Celebrando. Sirviendo. Rezando. Como las hermanas. Como los otros sacerdotes. Nadie huyó.

Pero si un joven quisiera hoy seguir su ejemplo… no podría. Está prohibido. Tres años sin vocaciones. Castigo. Decreto.

¿Quién ejecuta eso con pulcritud administrativa? José Antonio Satué.

Ordenaciones bloqueadas. Trámites empantanados. Requisitos nuevos que cambian cada semana. Y el silencio. Siempre el silencio. Si se le pregunta,             responde que no depende de él. Que es Roma. Pero firma. Aplica. Controla. Nunca protege.

MANTENTE AL DÍA

Suscríbete a nuestro boletín de noticias gratuito.

¿Aún no tienes una cuenta? Comience con una prueba gratuita de 12 días