El conflicto en desarrollo en Ucrania proporciona datos valiosos sobre la eficacia (y la eficiencia) de los diversos sistemas de armas empleados. En forma progresiva han ido ingresando al campo de batalla diversos “ingenios militares” de ambos bandos: desde los MLRS (Multiple Launch Rocket System) M-142 Himars, hasta las municiones merodeadoras Switchblade además de los misiles de defensa aérea Iris-T, los obuses autopropulsados Pzh-2000 y diversos tipos de UAV (vehículos aéreos no tripulados) y UCAV (vehículos aéreos de combate no tripulados).
También se están probando nuevas armas en el lado ruso: debut para el misil de crucero hipersónico Kh-47M2 que se ha utilizado con varios otros instrumentos de guerra como el Su-57, el Uran-6 UGV (vehículo terrestre no tripulado), el UCAV Orion y vehículos de combate blindados BMPT-72 “Ramka” aunque es también conocido como “Terminator”.
Por primera vez, las armas de la OTAN se están utilizando a gran escala contra las fuerzas armadas rusas, y esto proporciona a las fuerzas armadas occidentales información valiosa sobre el rendimiento de sus equipos.
El misil de defensa aérea Patriot, hasta ahora acreditado con el derribo de al menos un Kh-47M2, sigue siendo un arma relativamente efectiva, aunque este evento en particular fue impulsado por una serie de factores que trabajaron a favor de los defensores, como por ejemplo la intensidad del bombardeo y el hecho de que el teatro de operaciones está monitoreado de cerca por activos de vigilancia occidentales que han pasado los datos en tiempo real a la defensa aérea ucraniana.
El intenso uso de la artillería por parte de los ucranianos ha puesto de manifiesto, sin embargo, cómo por un lado la industria bélica occidental lucha -y no poco- por abastecer los depósitos occidentales con munición y es puesta a prueba por los exorbitantes suministros hacia Kiev, mientras que, por el otro, el desgaste de las piezas -en particular de los tubos- es un problema frente al cual no hay soluciones rápidas. Después de todo, este último problema también está afectando a los rusos, con el agravante de que a menudo, y de buena gana, utilizan tanques como artillería móvil.
PRIMERA LECCION
La primera lección que se ha extraído, por tanto, es que los sistemas de artillería occidentales, ya sean los obuses estadounidenses M-777 o los mencionados Pzh-2000, necesitan pausas si se utilizan con una cadencia de fuego sostenida. Algo que los diseñadores e ingenieros deberán tener en cuenta para el futuro.
Pero si Occidente está volviendo a aprender a librar una guerra convencional de alta intensidad, con nuevas tácticas gracias al uso de nuevos sistemas de armas (como los drones, incluso pequeños de origen comercial), los rusos también están aprendiendo a conocer las armas occidentales.
Esta es una vieja forma de lograr avances tecnológicos en la guerra y en todo sistema de armas: una carrera entre ingenios o herramientas defensivas y ofensivas, un juego para comprender las tácticas del enemigo y formular nuevas para contrarrestar sus acciones. Nada nuevo, pero sobre todo, nada extraño, ya que siempre que se estudien con detenimiento ciertas enseñanzas ellas no sólo dejarán un conocimiento sino que también darán impulso a la innovación.
Jack Watling, experto del Royal United Services Institute (RUSI), un prestigioso instituto de investigación con sede en Londres, dijo al Financial Times que Occidente ha aprendido mucho sobre cómo funcionan los sistemas rusos a nivel táctico y el impacto de los drones y otros sistemas en operaciones de combate a gran escala.
Esto último es algo que ya habíamos señalado en La Prensa, pero con un orden de magnitud menor, en el efímero conflicto de Nagorno Karabaj, la Guerra que enfrentó a Armenia y Azerbaiyán.
La guerra, aún hoy, sigue siendo lo que siempre ha sido, desde la época de las hordas bárbaras a la era de la inteligencia artificial: un choque de voluntades que busca doblegar al adversario.
La invención de la pólvora y el constante perfeccionamiento de las armas de fuego bastan por si mismas para demostrar que el avance de la civilización no ha logrado alterar ni desviar la tendencia a destruir al enemigo, que es el núcleo de la idea misma de guerra.
No debe olvidarse que Occidente ha expuesto muchas de sus capacidades a Rusia y China y, por lo tanto, tendrá que cambiar la forma en que funcionan algunos de sus equipos para mantener una ventaja competitiva, aunque no se hayan desplegado los medios más modernos en el campo de batalla. Una importante lección que los planificadores deberán tener en cuenta es el impacto económico de los conflictos modernos. El claro ejemplo en este sentido lo dan los drones (para nada definibles como tecnología disruptiva). Un pequeño dron o municiones merodeadoras, tienen un costo unitario mucho menor que el armamento que se utiliza para intentar derribarlos: un pequeño UAV puede costar 25 mil euros, mientras que un misil de defensa aérea incluso más de 100 veces si es muy sofisticado como el Patriot (costo estimado de $4 millones). Por lo tanto, un conflicto se vuelve económicamente insostenible, especialmente cuando no es posible tener suministros sustanciales, por lo que es necesario revisar algunas herramientas para mejorar la relación costo/efectividad.
Este conflicto está bajo la observación no solo de rusos y occidentales, sino también de otros actores como India o la citada China. Nueva Delhi, de hecho, tiene a Rusia como su mayor exportador de armamento y, por ello, está especialmente interesada en su eficacia combativa, mientras que Pekín observa con atención la respuesta occidental a la crisis, no solo militar sino también industrial, quizás pensando en su conflicto con Taiwán.
“Todo el mundo está mirando de cerca”, agregó Watling, y no solo los dos gigantes asiáticos sino también todos los que han comprado armas a Rusia para evaluar su valor de combate, y el conflicto ha traído consigo, pero para la industria bélica occidental, ya dos éxitos por lo menos: han llegado pedidos importantes para el M-142 Himars y para el UCAV Bayraktar TB2 turco, dos protagonistas en esta guerra, al menos del lado ucraniano. El vil metal…
En artículos anteriores destacábamos la intensa actividad del Lobby de armas que financió el plan CEPA para la militarización de Europa del Este (Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA), con sede en Washington), sirviendo de excusa o provocando una de las muchas razones de la así llamada “operación militar especial” rusa en Ucrania.
Según el sitio Ei (https://www.estrategiasdeinversio.com), en donde se ven subidas históricas es en Wall Street, ya que cuenta con acciones como Lockheed Martin, Raytheon Tecnologies, Northrop Grumman y General Dynamics que están en subida libre.
Esto también ha sido confirmado en estos días por el diario alemán Die Welt (El mundo), quien nos dice que “el fabricante de armas con sede en Düsseldorf Rheinmetall, el mayor contratista de defensa alemán, ha visto un aumento en los pedidos debido al conflicto en Ucrania”, informó Die Welt, citando datos de la empresa.
Tras el informe, la empresa recibió un 18 por ciento más de pedidos en 2022 que el año anterior. Ahora está planeando aumentar significativamente la producción. El informe indica que el fabricante de armas tiene la intención de lanzar una nueva línea de producción de municiones en la planta de Rheinmetall en Baja Sajonia en un futuro cercano y contratara a varios cientos de empleados adicionales, con el objetivo de aumentar su capacidad de producción al nivel de los años ‘80 a 600.000 rondas de municiones por año. Tal y como señala el medio, miles de personas trabajan en tres turnos en la instalación para agilizar el trabajo en los pedidos reales. Más aún, según medios de prensa ucranianos, la expansión de la firma incluye la construcción de una planta en la misma Ucrania. Según la información, esto incluye el mantenimiento y reparación de vehículos de combate de infantería Marder, tanques Leopard 2 y unidades de artillería autopropulsada Panzerhaubitze 2000 y municiones para Ucrania.
Rheinmetall espera un enorme crecimiento en los próximos años. La empresa espera que solo Alemania compre municiones por valor de 40 millones de dólares para 2031. A principios de esta semana, la Bundeswehr alemana realizó el último pedido a Rheinmetall de 367 vehículos logísticos por un valor aproximado de 285 millones de euros.
Los recursos naturales también están en juego, por ejemplo el Petróleo. Rusia crece a pesar o gracias a las sanciones, y por los negocios en países árabes y asiáticos.
“La mayoría de las naciones europeas, como Alemania y Francia, no necesitan a Ucrania. Es necesario que Rusia regrese a la economía mundial. Necesitan gas y petróleo rusos”, dijo el jueves a UNIAN el veterano político y diputado polaco Witold Jan Waszczykowski. Mientras tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) canceló las invitaciones a Reuters, Bloomberg y el Wall Street Journal para reservar su próxima reunión en Austria, informando a los medios según escribe Russia Today.
Los miembros de la OPEP se reunieron para un seminario internacional en el Palacio Hofburg de Viena los días 5 y 6 de julio, al que también asistió el director de British Petroleum (BP) y principal responsable de energía de la UE. En ella se discutieron acciones combinadas entre las razones de la crisis energética mundial y las sanciones occidentales a las exportaciones de petróleo ruso. Las potencias occidentales han impuesto una serie de sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania, entre ellas un tope en el precio de su materia prima en los finales de 2022. A la luz de esto, Rosneft (Rosneft, en ruso: Роснефть, es una empresa de petróleo propiedad del gobierno ruso) es fuerte en sus alianzas en todo el mundo, particularmente en los países árabes y asiáticos, creando así una importante perspectiva de crecimiento para el futuro.
Además, dos de las mayores comercializadoras de energía del mundo, las multinacionales con sede en Suiza Vitol y Gunvor, siguen siendo importantes compradores de petróleo refinado de Rusia, aun al sopesar sus promesas de reducir sus negociaciones con el país afectado por las sanciones, informó la revista Financial Times (FT). El periódico analizó los registros de exportación presentados al público ruso en los primeros cuatro meses de 2023 y, asimismo, informó que las empresas embajadoras de este sector se encontraban entre los diez principales compradores de productos de petróleo refinados rusos, como gasolina y diésel.
En total, 50 empresas exportaron US$16 millones en petróleo refinado desde Rusia en los primeros cuatro meses de este año, según datos examinados por FT. Novedad: Elon Musk dixit: “Incluso si las bajas fueran casi las mismas, Rusia gana la guerra de desgaste”. El fundador de Tesla, Elon Musk, escribió esto en Twitter.
Señala la superioridad numérica del ejército ruso, que es cuatro veces mayor que la de Ucrania. (Fuente: https://weltwoche.de/daily/elon-musk-russland-wird-einen-zermuerbungskrieg-selbst-bei-gleichen-verlusten-gewinnen/)

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