Compartir
El exteniente coronel Jorge Héctor Di Pasquale, condenado por delitos de lesa humanidad, elaboró un listado de víctimas, entre militares y guerrilleros, en el período 1956-1989
Detenido en 2010, luego de eludir durante tres años los requerimientos de la Justicia, el exteniente coronel Jorge Héctor Di Pasquale encontró en prisión una misión a la que volcó todos sus esfuerzos: el análisis detallado de los operativos, ataques, enfrentamientos y víctimas que dejó la violencia política en la Argentina. Su trabajo concluye que entre 1956 y 1983 hubo 6505 desaparecidos y 3063 muertos de organizaciones guerrilleras, al aportar nuevas cifras para la polémica.
Alojado hoy en el Instituto Penal Federal de Campo de Mayo –la Unidad 34- , el militar no se quedó con la década del 70. Tomó como punto de partida los fusilamientos de 1956, ejecutados por la llamada Revolución Libertadora ante el alzamiento del general Juan José Valle, y extendió la investigación hasta 1989, año del ataque al Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada, por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP). El resultado es la obra titulada “Un aporte a la verdad”, publicada por el autor en tres tomos y en la que presenta un detalle de las víctimas de los ataques de organizaciones guerrilleras y del terrorismo de Estado.
La teoría del autor
Nacido en 1947 y egresado del Colegio Militar en diciembre de 1966, seis meses después del golpe que derrocó a Illia, Di Pasquale concluye que existió en el país “una guerra revolucionaria” y que los enfrentamientos no comenzaron con el golpe de 1976. Sostiene, además, que desde la recuperación de la democracia, en diciembre de 1983, el país se encontró bajo una intensa difusión de eslóganes destinados a “tergiversar la historia”, actividad llevada adelante por sectores afines ideológicamente a los terroristas que operaron entre 1956 y 1983″.
Durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, el militar Di Pasquale actuó en el área de Inteligencia. En 1978 y 1979 estuvo al frente de una sección de actividades especiales. La primera de ellas era la preparación de personal de inteligencia para infiltrar en Chile, ante el avance del conflicto por el Canal de Beagle. Así lo reveló el propio Di Pasquale en uno de los juicios por delitos de lesa humanidad que afrontó.
La otra misión era “el control de seguridad de las unidades militares localizadas en la provincia de Buenos Aires, particularmente en el conurbano, en los meses previos al Mundial de Fútbol.
El militar enfrentó varios procesos por violaciones a los derechos humanos y recibió condenas, aunque todavía no están firmes. Entre otros juicios, debió dar explicaciones por su actuación en las brigadas de la policía bonaerense de Banfield, Quilmes y Lanús, por donde pasaron más de 450 detenidos, según las denuncias.
Desde su detención, pasó por los penales de Marcos Paz, y de Neuquén, antes de ser trasladado a la prisión de Campo de Mayo. En mayo de 2019 presentó en la Feria del Libro su obra anterior, que transmite su visión sobre los años de plomo con el título “Crónica de una guerra negada”.
MANTENTE AL DÍA