Es en la basílica del Pilar, con motivo del 90º aniversario del histórico acontecimiento celebrado en Buenos Aires, el cual significó una gran renovación espiritual para el país.

La parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en el barrio porteño de Recoleta, inauguró una muestra temporaria en conmemoración del Congreso Eucarístico Internacional realizado en Buenos Aires en 1934, con motivo del 90º aniversario de ese acontecimiento eclesial.

Los organizadores de la muestra destacan que, “dada la importancia y el impacto social, y sobre todo espiritual, que tuvo el Congreso Eucarístico de 1934, y considerando la participación que tuvo la parroquia del Pilar en aquellos célebres días”, se quiso rememorar esas expresiones de fe y de piedad que “tuvieron nuestra ciudad, nuestras familias y el mundo entero congregado en Buenos Aires”.

La muestra reúne diversos objetos, publicaciones y una filmación inédita, que ilustran, junto con las explicaciones de los guías, lo que fue el Congreso.

“Con mucho entusiasmo, convocamos al público general, a catequistas, colegios y demás grupos a recorrerla”, convocan los responsables de la muestra.

El museo abre los martes, miércoles y jueves, de 14 a 17, y los primeros domingos de mes, de 15 a 18, y lo recaudado se destina a sostener los distintos Hogares que dependen de la parroquia.

Para visitas de grupos, escribir a museoclaustrosdelpilar@gmail.com. También se puede visitar el perfil de Instagram @museodelosclaustros

Un hito en la historia de la Iglesia en la Argentina
El XXXII Congreso Eucarístico Internacional de 1934 es, para los anales de la historia argentina, y no tan solo de historia de la Iglesia, uno de los grandes hitos de la primera mitad del siglo XX.

Unos dos millones de personas, del 9 al 14 de octubre, se volcaron a las calles de la ciudad de Buenos Aires para rendir su homenaje y adoración a Jesús Eucaristía.

El Congreso de 1934, el primero realizado en Hispanoamérica, contó con la presencia del delegado papal, el cardenal Eugenio Paccelli, futuro papa Pío XII, que cautivó a los argentinos y a los demás fieles presentes con sus fervorosas homilías. Llegó a Buenos Aires el 9 de octubre, en el buque italiano “Conte Grande”, donde fue recibido por el presidente de la República, general Agustín Justo, junto con obispos argentinos y una gran comitiva cívico-militar. Paseó por las calles de Buenos Aires en una carroza, al lado del presidente, y fue recibido en la catedral por una inmensa cantidad de feligreses.

Los frutos del Congreso no tardaron en hacerse notar. En cada parroquia se revalorizó la adoración eucarística, que a partir de ese acontecimiento se convertiría en una tradición; el acercamiento de los hombres adultos a la Eucaristía y, sobre todo, al sacramento de la Reconciliación, fue uno de los hitos más destacados de ese Congreso, después de años en los que el laicismo imperante afirmaba de la religión ser “asunto de mujeres y niños”. La multitudinaria concentración de niños en Palermo para recibir por primera vez a Jesús en la Eucaristía, fue una de las estampas más replicadas y admiradas del Congreso.

En marzo de ese mismo año, el Papa Pío XI, mandó a erigir, en una sola bula, 10 nuevas diócesis y a elevar a 6 de ellas a arquidiócesis en nuestro país, lo cual ayudó a una mejor organización eclesial, además de que esa bula de 1934 motivó un gran movimiento pastoral en cada una de las Iglesias locales.

Las múltiples evidencias fotográficas, audiovisuales y periodísticas de ese acontecimiento, confirman por qué, aún hoy, el Congreso Eucarístico Internacional de 1934, significó un punto de inflexión para el rumbo y el lugar de la Iglesia en el continente.+

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